Pekín.– China impondrá una inspección a gran escala de 2,455 productos de Taiwán para determinar si se ajustan a su normativa de comercio justo, informó el Ministerio de Comercio del gigante asiático.
La medida, de aplicación inmediata, afecta a importaciones de los sectores agrícola, textil, metalúrgico y minero, a los que se suman materiales de construcción, goma, plástico y químicos, recogió la agencia oficial taiwanesa CNA.
Según el departamento chino de Comercio, la operación se lleva a cabo por petición de varios organismos, entre ellos las cámaras de Comercio para la Exportación e Importación de Alimentos y Productos Animales, la de Metales, Minerales y Químicos y la de textiles.
La iniciativa se anuncia en un momento de nuevas tensiones entre China y Taiwán a cuenta del paso de la presidenta taiwanesa, Tsai Ing-wen, por Estados Unidos de camino a una gira por Centroamérica y de su reunión en Los Ángeles con el presidente de la Cámara de Representantes de EE.UU., Kevin McCarthy.
La investigación se prolongará hasta el próximo 12 de octubre aunque si fuera necesario podría extenderse hasta enero de 2024.
Taiwán, por su parte, criticó esta medida y consideró que busca aplicar presión y dificultades sobre los exportadores de la isla, y que resulta contraproducente para la mejora del comercio entre ambos lados del Estrecho de Formosa.
El Consejo taiwanés de Asuntos sobre China Continental recordó en un comunicado que Taiwán mantiene vetada la importación de más de 2,000 productos agrícolas e industriales chinos para evitar «impactos negativos» en su tejido local y en aras de preservar la seguridad nacional.
Esta prohibición se remonta a inicios de la década de los 2000, cuando tanto China como Taiwán se incorporaron a la Organización Mundial del Comercio (OMC), y se ha mantenido pese a la celebración de varias rondas bilaterales de negociación para su levantamiento.
El citado organismo subrayó que seguirá de cerca el desarrollo de las inspecciones y proporcionará a las empresas exportadoras la ayuda que requieran.
En agosto del año pasado, China respondió con numerosas sanciones comerciales sobre Taiwán a una controvertida visita a la isla de la entonces presidenta del Legislativo de EE.UU., Nancy Pelosi.
Pekín reclama la soberanía sobre Taiwán, territorio al que considera una provincia rebelde desde que los nacionalistas del Kuomintang se replegaron allí en 1949, tras perder la guerra civil contra los comunistas.
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