Cierre de Gobierno en EEUU alcanza nueva fase por el fin de ayuda alimentaria y sanitaria

El cierre de Gobierno en Estados Unidos entra en una fase crítica, ya que hoy expiraron los fondos del Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP), del que dependen 42 millones de ciudadanos, y se publicaron por primera vez las nuevas primas del Obamacare para 2026, que se incrementarán significativamente por el fin de los subsidios.

La agencia que gestiona los seguros sanitarios federales para personas vulnerables difundió las nuevas tarifas en su página web, mientras consultoras elaboran cálculos sobre los incrementos medios, estimados en alrededor de un 25 % en distintos estados.

Estos aumentos se suman al fin de los subsidios aprobados en 2021 durante la pandemia, que hacían que las pólizas fueran gratuitas para personas en situación de pobreza y parcialmente subsidiadas para quienes ganan menos de 65.000 dólares al año.

Impacto en la alimentación y seguridad sanitaria

El fin de los subsidios implica que muchas familias podrían dejar de estar aseguradas, y aquellas que mantengan cobertura podrían ver duplicado el coste anual de su póliza. Al mismo tiempo, 42 millones de estadounidenses dependen del programa SNAP para acceder a alimentos, entre ellos niños, mayores y personas con discapacidad.

Aunque jueces ordenaron al Gobierno buscar fondos de emergencia, la mayoría de expertos anticipa retrasos en la entrega de cupones, afectando la alimentación de los más vulnerables.

Reiniciar el sistema de envío de pagarés puede tardar varios días, por lo que las medidas provisionales de las administraciones locales serán clave para quienes enfrentan dificultades para comprar alimentos.

Preocupación por el tráfico aéreo y negociación presupuestaria

A la crisis sanitaria y alimentaria se suma la escasez de controladores aéreos, entre los 730.000 empleados federales esenciales que trabajan sin cobrar, generando retrasos y suspensiones en aeropuertos como los de Nueva York.

El cierre, que hoy cumple 32 días, podría convertirse en el más largo de la historia de EE.UU., y se mantiene por el enfrentamiento entre demócratas y republicanos: los primeros exigen la extensión de los subsidios de Obamacare, mientras los conservadores piden reabrir primero la Administración y negociar después.