REDACCIÓN.– El ministerio de adoración Cita con el Padre ha emergido como una voz poderosa en el mundo cristiano, llevando un mensaje de amor, esperanza y restauración a través de su música. Formado por jóvenes de diferentes iglesias de la ciudad de San Pedro de Macorís, este ministerio tiene como visión provocar encuentros genuinos y trascendentales con el Padre celestial mediante tiempos de adoración profética.
Desde sus inicios en el año 2018, Cita con el Padre ha experimentado un crecimiento notable, pasando de realizar vigilias y encuentros íntimos de adoración a llevar su música y mensaje a diversas iglesias y comunidades. Su compromiso con la excelencia musical y su pasión por impactar vidas les ha llevado a grabar música de manera profesional, alcanzando logros significativos en el mundo de la música cristiana.
Sus más recientes citas musicales en vivo fueron los pasados 13 y 20 de enero con dos de los encuentros juveniles cristianos del año Moviendo las Aguas y Somos Uno donde más de 30 mil jóvenes acudieron a ambos encuentros. Actualmente celebran su nominación como revelación regional en los premios »El Galardón».
El impacto de Cita con el Padre se ha extendido a través de su música, con canciones como «Entrada Triunfal», «El Santo», «No Falla» y «A Tu Favor» que han resonado en el corazón de miles de personas, llevando un mensaje de fe, fidelidad y confianza en Dios. Su compromiso con la excelencia y su dedicación a provocar un encuentro genuino con el Padre le ha valido reconocimientos como el Grupo Musical del Año, Evento del Año y Revelación del Año en la Premiación a la Excelencia Juvenil de su ciudad.
Con el lanzamiento de su segundo proyecto grabado en la ciudad de Santo Domingo, Cita con el Padre continúa su misión de llevar un sonido de libertad y avivamiento al cuerpo de Cristo. Con la reciente presentación de su canción «A Tu Favor», el ministerio se prepara para un 2024 cargado de nueva música y su tour «Noches de Libertad» o «Noches de Milagros», con el firme propósito de seguir provocando encuentros genuinos con el Padre.
En un mundo complejo y deshumanizado, este movimiento se erige como un faro de esperanza, llevando un mensaje que llena positivamente nuestras almas y nos recuerda que, a pesar de todo, el amor y la fe prevalecen.