Codue dice sociedad necesita de reformas integrales urgentes

El presidente de CODUE, sostuvo que al recordar la reforma del sacerdote Martin Lutero, eleva sus oraciones a Dios misericordioso, a fin de que preserve a la comunidad de fe a cumplir su misión de ser «sal y luz», a trabajar por la feligresía y la sociedad, no importando su clase social.

SANTO DOMINGO.- La celebración del 507 aniversario de la Reforma Protestante que revolucionó a toda Europa durante cinco siglos, debe ser un acontecimiento para reflexionar sobre la necesidad de «reformas integrales», que necesita la sociedad dominicana en el ámbito social y moral.

Su presidente, el pastor Feliciano Lacen Custodio, dijo que hoy es necesario una reforma integral en cada dominicano, incluyendo todos los actores vivos de la sociedad dominicana.

Lacen dijo que la celebración del movimiento con matiz religioso, social, político y económico, encuentra el mundo sumergido con grandes demandas de reales reformas que van desde la familia, la escuela, y el Estado.

«En el mundo de hoy, las sociedades se ven amenazadas por las influencias de organismos internacionales y de grupos económicos poderosos que trabajan día y noche para tratar de controlar y acabar con las tradiciones, los valores fundamentales, sumado al fenómeno constante de la globalización, el humanismo, relativismo y ahora la inteligencia artificial, la cual ni tiene alma ni corazón», añadió Lacen Custodio.

El pastor Feliciano Lacen, dijo que la Reforma Protestante de este 31 de octubre de 2024 es un espacio propicio para los cristianos seguir preservando los principios y valores, manteniendo la genuina la fe en una iglesia que debe ser más saludable, una iglesia cristiana evangélica proclamadora de la verdad del evangelio integral, que se nutre por la Palabra de Dios, para cambiar la mente y el corazón de las personas, a fin de amar a Dios y al prójimo.

El presidente de CODUE, sostuvo que al recordar la reforma del sacerdote Martin Lutero, eleva sus oraciones a Dios misericordioso, a fin de que preserve a la comunidad de fe a cumplir su misión de ser «sal y luz», a trabajar por la feligresía y la sociedad, no importando su clase social.