REDACCIÓN.- Raúl Fernández, comerciante de Cristo Rey, ha alzado su voz contra lo que califica como una grave injusticia: mientras las autoridades le prohíben operar su colmado en horarios diurnos durante la Navidad y nocturnos por las restricciones de venta de bebidas alcohólicas hasta la medianoche, asegura que los puntos de droga en el sector funcionan sin interrupciones, alega que con el conocimiento y la protección de la Policía Nacional.
«La policía quiere que uno cierre de día, pero los puntos de droga están abiertos las 24 horas. Yo lo que quiero saber es qué vamos a hacer», declaró Fernández a Noticias SIN.
Visiblemente frustrado, el comerciante expresó que se siente obligado a plantearse iniciar actividades ilegales para poder trabajar tranquilo. «En enero, voy a poner un punto de droga y pagarles el vaqueo, a ver si así me dejan operar», ironizó.
Fernández, quien describió su situación como insostenible, también acusó a las autoridades de retroceder en su labor de garantizar justicia y orden en Cristo Rey. «Si el hombre de trabajo no sirve, ¿qué nos queda? Aquí el PRM solo nos lleva para atrás», agregó, en referencia a las políticas del actual gobierno.
La denuncia de Fernández pone en evidencia una problemática latente: la percepción de complicidad entre las fuerzas del orden y actividades ilícitas.
Durante una reunión antes de las fechas navideñas con cerca de 40 representantes de organizaciones de comerciantes, la ministra de Interior y Policía, Faride Raful, instó a los dueños de negocios a acogerse a la normativa de venta de bebidas alcohólicas hasta la medianoche.
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