Por: Carolina Cepeda
San Cristóbal.- Con un flujo visiblemente reducido de vehículos en las calles y poca presencia de personas en espacios recreativos, así lució este viernes este ciudad, tras la trágica muerte de más de 20 residentes en el colapso del techo de la discoteca Jet Set.
El ambiente en los negocios de venta de bebidas alcohólicas era inusualmente silencioso. El bullicio habitual desapareció por completo y los niveles de tránsito, tanto de automóviles como de motocicletas, se redujeron notablemente en comparación con días anteriores a la tragedia, que ha cobrado más de 200 vidas según cifras preliminares.
Víctor Hugo, residente de la zona, describió la situación como un momento muy difícil no solo para San Cristóbal, sino para todo el país.
Por su parte, Hasiel Ramírez, un joven de 22 años que trabaja en una tienda de ropa en el centro de la ciudad, aseguró que la experiencia ha cambiado por completo su forma de ver la vida. Acostumbrado a frecuentar centros nocturnos, confesó que ahora vive con un miedo constante y que incluso el simple hecho de salir genera ansiedad y preocupación.
Los parques, como el Central Cristóbal Colón, también reflejaron el ambiente de duelo. La mayoría de los asientos permanecían vacíos, en señal del dolor colectivo que embarga a la comunidad.
Los sancristobalenses expresaron sus condolencias a los familiares de las víctimas, afirmando que la tristeza provocada por esta tragedia se ha convertido en una herida profunda para toda la localidad.
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