REDACCIÓN.- En los últimos meses, el consumo de estimulantes sexuales se ha convertido en una peligrosa tendencia viral en República Dominicana, impulsada por redes sociales como TikTok. Aunque su venta es completamente legal, el uso indiscriminado de estos productos, especialmente al ser combinados con alcohol, ha encendido alarmas médicas por los graves riesgos que representan para la salud.
Una investigación realizada por El Informe confirmó la amplia disponibilidad de estos productos en colmados y colmadones del país, donde se ofrecen como suplementos multivitamínicos o energizantes. Marcas como «Troyano Black Label» y «Néctar del Amor» se han popularizado, pero ninguna de ellas cuenta con un registro sanitario que certifique su seguridad o efectividad.
Durante un recorrido, se verificó cómo estos productos son vendidos sin restricciones ni requerimientos médicos, y muchas veces acompañados por bebidas alcohólicas. “¿Cuál es mejor de los dos?”, preguntó Noticias SIN a los consumidores, guiados por recomendaciones que circulan en redes sociales. Los dependientes no dudan en sugerir opciones, mientras clientes mezclan estos estimulantes con alcohol, reforzando un trend que pone en peligro sus vidas.
El Dr. Pablo Mateo, urólogo, advirtió sobre las consecuencias potencialmente mortales de esta combinación. “Cuando el paciente consume alcohol junto a estas sustancias, se eleva el riesgo de eventos cardíacos o cerebrales. Muchos han fallecido tras experimentar estas reacciones en moteles o en sus hogares”, explicó. Este riesgo se agrava porque los estimulantes pueden alterar la presión arterial y la frecuencia cardíaca de manera severa.
Por su parte, el urólogo César Rivera Peñaló señaló que el consumo de productos no prescritos es uno de los mayores peligros. “El abuso de estos medicamentos, muchas veces vendidos como suplementos sin ningún control, puede causar hipotensión severa que lleve a emergencias médicas o incluso a la muerte”, aseguró.
Los especialistas coinciden en que el término «estimulantes sexuales» es incorrecto y engañoso. Según el Dr. Mateo, estos productos en realidad son estimulantes de la circulación, creados originalmente para tratar problemas como la hipertensión pulmonar. “No existe una sustancia que actúe como estimulante sexual. Es un término mercadológico que desinforma al consumidor”, señaló.
Aunque estos productos no son clandestinos, su venta libre y sin regulación plantea importantes riesgos para la salud pública. En 2017, se presentó un proyecto de ley en el Senado que buscaba regular la venta de estos productos, exigiendo receta médica para su adquisición. Sin embargo, la iniciativa quedó archivada en comisión y nunca llegó a aplicarse.
Luis Vergés, psicólogo, explicó que la falta de regulación también fomenta la dependencia psicológica. “Las personas creen que necesitan estas sustancias para ser funcionales, y eso las lleva a abusar de ellas, aumentando el riesgo de consecuencias graves”, afirmó. Además, destacó cómo la presión social y los mitos sobre el alcohol como potenciador sexual contribuyen al problema.
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