SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Las luces de los estadios se apagan para el asueto navideño y los peloteros celebran en familia según sus gustos y costumbres.
Las comidas preferidas de los jugadores es preparada por manos queridas, y según el gusto, con mucha o poca bebida.
Mientras la búsqueda de Dios es parte de la rutina de algunos peloteros.
Algunos están en el país, pero proceden de naciones hermanas y verán algunas diferencias en la mesa, como es el caso del puertorriqueño Lino Rivera.
Es hora de disfrutar. La batalla por el pase a la final iniciará cuando las luces se prendan otra vez.