REDACCIÓN INTERNACIONAL.- La hipertensión arterial se produce por el aumento, sostenido en el tiempo, de la fuerza que ejerce la sangre sobre las paredes de las arterias. Cuanto más alta es la presión, más dificultad tiene el corazón para bombear. Por eso, no solo es el principal factor de riesgo de las enfermedades cardiovasculares, sino que es una patología en sí misma que puede ser mortal y provocar discapacidad.
Es considerada una de las causas principales de muerte prematura en el mundo y afecta a entre el 25 y el 30% de la población global, según las últimas cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS). El subdiagnóstico agrava el escenario frente a la enfermedad, ya que, entre los hipertensos, el 46% desconoce su condición.
En Argentina, casi 100 mil personas murieron por enfermedades cardiovasculares en 2019, de las cuales un tercio (37,3%) estuvieron vinculados a presión arterial no controlada. Eso significa que el control de la hipertensión podría evitar 100 fallecimientos diarios en la Argentina.
Más de un tercio de los argentinos (34,6%) presentan presión arterial elevada, según datos de la Cuarta Encuesta Nacional de Factores de Riesgo, difundida en 2019 por el Ministerio de Salud de la Nación. No obstante, la hipertensión no es considerada una enfermedad grave por muchas personas; ni siquiera monitorean su presión frecuentemente o -aun sabiéndose hipertensos- no se preocupan por mantener su enfermedad bajo control.
“La primera medida para detectar la hipertensión es que las personas adquieran el hábito de monitorearse en sus hogares, utilizando los dispositivos automáticos, digitales y validados. Pocas enfermedades crónicas son tan fáciles de diagnosticar”, sostuvo el doctor Marcos Marín, cardiólogo especialista en hipertensión arterial y presidente de la Sociedad Argentina de Hipertensión Arterial (SAHA).
“Tener hipertensión incrementa el riesgo de desarrollar enfermedad cerebrovascular, coronaria, insuficiencia cardíaca, fibrilación auricular, demencia, insuficiencia renal y retinopatía, entre otras condiciones”, afirma la Sociedad Argentina de Hipertensión Arterial (SAHA). La sociedad médica organiza de la campaña de concientización “Conoce y Controla tu Presión Arterial – CyC 2022″, una iniciativa que por 6° año consecutivo invita a la gente a acercarse a distintos puntos de medición, controlar su presión y recibir material informativo con consejos saludables.
La campaña comenzó el 17 de mayo, Día Mundial de la Hipertensión Arterial y finaliza el 14 septiembre, instituido por la SAHA como el Día del Hipertenso, ya que es una fecha (14/9) que se relaciona con una presión de 140/90 mmHg, valor a partir del cual todas las guías de diagnóstico y tratamiento internacionales consideran el diagnóstico de hipertensión.
El doctor Marín agregó que “para el tratamiento, en la gran mayoría de los casos no es en absoluto suficiente llevar adelante una dieta saludable, bajar de peso, hacer actividad física, dejar de fumar o bajar el consumo de sal. Todo eso es muy importante, pero revalorizamos el seguimiento médico periódico y la indicación de ayuda farmacológica cuando el profesional lo considere”.
Por eso, una vez hecho el diagnóstico, además de los hábitos saludables, es necesario seguir un tratamiento. “Se debe indicar una terapéutica basada en la administración periódica y sostenida de 1, 2 y combinaciones de hasta 3 medicamentos para poder tener la hipertensión bajo control. El problema es que, como es una enfermedad que no da síntomas, las personas se sienten bien y abandonan los tratamientos”, señaló el doctor Nicolás Renna, cardiólogo y vicepresidente de la SAHA.
“Existe un fuerte vínculo entre la hipertensión y patologías como la enfermedad cerebrovascular, coronaria, insuficiencia cardíaca, fibrilación auricular, aneurisma de aorta, enfermedad vascular periférica, demencia e insuficiencia renal crónica, todas afecciones que pueden causar discapacidad y muerte. Por esto, es fundamental que todo profesional de la salud aproveche la oportunidad de medir la presión arterial cada vez que un paciente ingresa en su consultorio, no sólo las especialidades vinculadas a la cardiología, sino todas”, aseveró el doctor Diego Fernández, médico especialista en Medicina Interna, Magister en Hipertensión Arterial, y miembro de la Comisión Directiva de la SAHA.
Además, la hipertensión daña los vasos sanguíneos de la retina y el nervio óptico; a mayor presión arterial y cuanto mayor sea el tiempo transcurrido con hipertensión, más grave será el daño. Si la persona -además de ser hipertensa- tiene diabetes, colesterol elevado o fuma, su riesgo de perder la visión será más alto. La única manera de tratar la retinopatía hipertensiva es bajando los niveles de presión arterial.
En cuanto a la campaña “Conoce y Controla tu Presión Arterial – CyC 2022″, si bien no arroja datos con rigor estadístico, en ediciones anteriores se observó que los datos que surgen van en consonancia con estadísticas locales e internacionales. “Por eso, dada la potencial gravedad de una enfermedad de fácil diagnóstico y cuyo buen control es posible, es importante que las personas tengan información sobre los riesgos asociados y tomen conciencia para prevenirla y/o tratarla con la seriedad y rigurosidad que merece”, concluyó el doctor Pablo Rodríguez, cardiólogo y secretario de la SAHA.
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