Redacción.- En las vacaciones de Semana Santa, las familias dominicanas aprovechan para realizar diversos planes y actividades en conjunto como viajes a la playa o la montaña, pero incluso durante estos paseos, los infantes pueden correr el riesgo de verse afectados por el clima, la alimentación, entre otros.
Por eso, aquí te contamos algunas medidas preventivas para cuidar a los niños durante esta semana mayor y disfrutar aún más estos días libres.
Si tiene pensado trasladarse en automóvil, lo principal es no llevar a los menores de edad en el asiento del copiloto, porque ante cualquier accidente la bolsa de aire (que sale a 300 kilómetros por hora) podría de asfixiarlos. Si su hijo pesa menos de 100 libras, siempre debe ir sentado en la parte de atrás y en una silla especial. Además, evite llevarlo cargado, eso es incómodo para ambos e inseguro.
Si viaja con bebés evite meterlos a la piscina ya que a durante los primeros 12 meses su sistema inmunológico todavía no resistente algunos de los virus que puedan estar dentro del agua. Por su parte, los niños mayores de un año deben usar ropa adecuada para natación, de preferencia de manga larga y con tejidos que incluyan protección solar, además pañales adecuados para el agua y sombrero o visera.
Si sus hijos estarán jugando en el agua, en ningún momento los deje solos, aunque tengan flotadores. Recuerde la mayoría de los accidentes y ahogamientos surgen como consecuencia del descuidos de los adultos.
Calce a sus hijos con zapatos específicos para el agua. Estos previenen quemaduras plantares provocadas por el calor de la arena o el suelo. Además, evite ponerles las sandalias de hule o plástico, porque se calientan y eso lesiona la piel de los niños.
Es imprescindible aplicarles protección solar resistente al agua y de fórmulas prescritas para niños, algunas veces las que son para adultos contienen ingredientes que irritan la piel de los infantes.
Asimismo, es importante también que los menores no pasen más de una hora expuestos al sol ni al agua clorada de las piscinas. El tiempo prolongado suele causar insolación y deshidratarlos.
Si come en algún restaurante, que sea un lugar confiable y limpio, ya que los mariscos son alimentos requieren de una estricta manipulación, si los ingieren mal cocinados se corre el riesgo de sufrir alguna infección intestinal capaz de arruinar sus vacaciones familiares.
El calor de las playas provoca una baja en el apetito y acelera la sed, por eso es preferible suministrarle bebidas hidratantes naturales, agua pura e incluso algún suero oral.
Un detalle importante es no perder de vista a los niños, porque en los grandes grupos de personas, un momento de distracción puede traer como consecuencia que el niño se pierda.
Asimismo, si pasean por calles calles comerciales y con ventas de comida caliente, manténgase alejado de los puntos de calor y de gas, ya que la altura en la que están las estufas es similar que la de un niño de entre cinco a siete años y los alimentos podrían derramarse y provocando una tragedia.
Como medidas otras de seguridad puede preparar una tarjeta con los datos importantes de su hijo y los suyos, de esta manera si se pierde un adulto o las autoridades podrán comunicarse con usted y darle su paradero. Además, instruya a sus hijos de qué hacer en caso de perderse, Explíqueles a quién pedir ayuda.
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