REDACCIÓN. – Durante años, la muralla de Jerusalén fue analizada por arqueólogos y especialistas, y se creía que había sido construida por el rey Ezequías como respuesta al avance del Imperio Asirio tras la caída de Israel. Esta teoría contradecía con lo que se mencionaba en el libro bíblico de II Crónicas 26:9, que afirmaba que la muralla fue levantada bajo el mandato del rey Uzías, mucho antes de la invasión asiria.
Este hallazgo realizado por el Instituto de Ciencia Weizmann y la Autoridad de Antigüedades de Israel (IAA) ha refutado esa interpretación, confirmando que la muralla fue, en realidad, construida durante el reinado de Uzías.
El descubrimiento de una sección oriental de la muralla, construida poco después de un gran terremoto que asoló Israel, ha demostrado que el relato bíblico sobre el rey Uzías y la fortificación de Jerusalén es exacto.
Los investigadores utilizaron nuevas técnicas de datación que permitieron obtener una fecha más precisa, cerrando la brecha que existía entre la arqueología y el texto bíblico.
El retraso en la confirmación de este descubrimiento se debe a las limitaciones de las técnicas arqueológicas previas, que permitían márgenes de error de entre 200 y 300 años al datar estructuras antiguas. Estos métodos convencionales complicaban la identificación precisa de las fechas de los eventos, lo que resultó en una interpretación incorrecta de la construcción de la muralla.
Como resultado de los avances tecnológicos en arqueología como la datación por carbono y el análisis de isótopos, los arqueólogos pudieron determinar con mayor exactitud la fecha de la muralla de Jerusalén.