SANTO DOMINGO.- Atrapada por la crecida del río Nizao cada vez que llueve queda la comunidad de Montenegro en San José de Ocoa. Sus moradores dicen sentirse abandonados por las autoridades tras asegurar que durante décadas han solicitado su ayuda y aun así permanecen en el olvido.
Cuando llueve con intensidad, la comunidad de Montenegro en San José de Ocoa quede completamente incomunicada.
En vilo permanecen alrededor de 300 familias que habitan en esa localidad, las cuales quedan atrapadas cada vez que crece el río Nizao.
En su desesperación por el peligro que presagia cada período de lluvia, la señora Inocencia Fernández explicó que junto a sus vecinos intentan abastecerse de alimentos y productos, pero la mayoría de las veces las provisiones se les agotan ya que cuando sube, el río tarda hasta tres días en bajar.
Por el abandono de las autoridades, la fuerza comunitaria ha construido dos puentes, uno peatonal, de tabla de palma y alambres y otro vehicular hecho con contenedores de camiones y tierra, por los cuales arriesgan sus vidas para trasladarse a la localidad más cercana.
Según moradores, desde el departamento de infraestructura vial del Ministerio de Obras Públicas, se les prometió la pasada temporada ciclónica la construcción de emergencia de un puente que los comunique con las comunidades aledañas pese a la crecida del río, sin embargo, a un año después aún permanecen a la espera.
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