La Vega, conocida por su fervor religioso, su tradición olímpica y su carnaval, se regocija al ver que la figura más influyente de la Iglesia Católica ha pisado su suelo y conoce de primera mano la fe de su pueblo.
Por: Marciela de la Crúz
LA VEGA. - La elección de Robert Francis Prevost como nuevo papa, bajo el nombre de León XIV, ha llenado de júbilo, esperanza y orgullo a los residentes de La Vega, ciudad que el ahora Pontífice visitó en tres ocasiones antes de asumir el máximo liderazgo de la Iglesia Católica. La comunidad del Colegio Agustiniano de La Vega recuerda con especial cariño su visita en el año 2011, cuando aún no era cardenal.
El ahora Papa compartió con estudiantes, docentes y religiosas, dejando una huella imborrable en todos los que tuvieron la oportunidad de convivir con él. Desde el colegio, ubicado en la avenida Juan Bosch #100, muchos recuerdan con emoción aquellos momentos.
El Papa León XIV visitó La Vega en dos ocasiones: la primera visita ocurrió en 2004, con motivo del 50 aniversario de la presencia agustiniana en América Latina, donde participó en un encuentro con jóvenes agustinos; y en 2011, en su rol de Prior General de la Orden de San Agustín, donde volvió a encontrarse con la comunidad y compartió especialmente con la pastoral juvenil agustiniana.
Quienes vivieron esas experiencias las describen como “maravillosas y edificantes, tanto en lo personal como en lo espiritual”. Muchos de esos jóvenes, hoy adultos, aseguran que ese encuentro con el entonces líder agustino marcó sus vidas y los fortaleció en su fe.
Feligreses y autoridades eclesiales de La Vega destacan con orgullo que el nuevo Papa conoce de cerca la República Dominicana, y especialmente su ciudad. Para ellos, no se trata de un Pontífice distante, sino de alguien que caminó sus calles, que estrechó manos y que compartió la fe con sencillez y cercanía.
La Vega, conocida por su fervor religioso, su tradición olímpica y su carnaval, se regocija al ver que la figura más influyente de la Iglesia Católica ha pisado su suelo y conoce de primera mano la fe de su pueblo.