Redacción.- Una dominicana que reside en la ciudad de Tel Aviv, en Israel, asegura se arrepiente de haber elegido ese país del medio oriente en busca de una mejor vida para su familia, pues tras el inicio de los enfrentamientos cada día teme por su vida.
Durante una entrevista exclusiva con Noticias SIN, la joven Rosa Rodríguez narra el drama y la desesperación de vivir en una zona en guerra.
“Lo primero que me da miedo es el sonido de la alarma, cuando se escucha es la alarma, luego viene el misil”, cuenta Rodríguez, residente en Israel desde hace seis meses.
Y tras escuchar esas alarmas la madrigada del sábado 7 de octubre la vida de Rosa Elizabeth Rodríguez, dominicana, de 25 años, cambio para siempre.
Dice que “han sido días difíciles, cuando yo salí a la calle a buscar un bunker, yo pensé, pero yo solo había escuchado esa palabra en películas, bunker, misiles, cohetes… jamás pensé que lo viviría”.
Pero no era una película, sino el inicio de la guerra entra Israel y Hamas, y como parte del protocolo tras sonar las alarmas las personas deben protegerse en los bunkers, pero el edificio de Rosa Elizabeth no tiene.
Esta situación de preocupación constante ha detonado ataques de pánico, por lo que asegura pasa parte de sus días llorando.
“El problema es la inestabilidad, tu puedes estar durmiendo viendo una película y suena la alarma, hay momentos que está tranquilo y yo pienso todo paso, como hoy y vuelven a sonar”, indica.
Lo que inicio como un viaje de ensueño para llevar mayores ingresos a su familia residente en el Gran Santo Domingo, se convirtió en una pesadilla, de la que teme no pueda despertar.
“Yo tengo la foto de mi hija en mi pantalla de inicio y trato de no verla, porque me da miedo que sea la última vez. Miedo no a no lograr la estabilidad económica que buscaba, tengo miedo a perder la vida”, expresa Rodríguez.
Explica que desde el mismo sábado comenzó a buscar vuelos de regreso al Republica dominicana, misión que ha sido imposible.
Rosa explicó que conoce entre 35 a 40 dominicanos residentes en Israel vive con cuatro de ellos, grupo que se ha convertido en grupo de apoyo cuando el terror de los misiles ilumina cielo en Israel.