El bombardeo se produjo ayer en el distrito de Achin en la provincia de Nangarhar, dijo el portavoz de los servicios secretos afganos NDS, Jamil Sultani.
Se trata del segundo golpe que Afganistán propina a la dirección del EI en el país, después de que el pasado febrero el supuesto gobernador adjunto del EI para el sur de Asia Abdul Rauf Khadim muriera en el bombardeo de un dron en la provincia de Helmand.
Al menos 49 supuestos insurgentes talibanes y del Estado Islámico (EI) perdieron ayer la vida en dos ataques con drones estadounidenses en Nangarhar.
Ambos ataques fueron llevados a cabo por fuerzas de Estados Unidos, con la participación del NDS.
El Gobierno de Afganistán emprendió la semana pasada una operación contra el EI, en una nueva estrategia de seguridad contra la formación islamista, además de continuar con el operativo contra los talibanes.
En las últimas semanas, decenas de insurgentes murieron o resultaron heridos en choques armados entre los talibanes y el EI por el control de varias áreas de la provincia de Nangarhar.
La OTAN puso punto final en 2014 a su misión de combate en Afganistán, la ISAF, sustituida desde enero por una operación con 4.000 soldados en tareas de asistencia y capacitación y que será seguida a su término de otra liderada por civiles, pero con un componente militar.
Estados Unidos mantendrá desplegados a 9.800 militares hasta final de año como parte de su misión «antiterrorista» en Afganistán, después de que el presidente estadounidense, Barack Obama, ordenara la ralentización de la salida de las tropas de ese país prevista inicialmente para este mismo año.
