REDACCIÓN.- La discusión sobre la reforma laboral, que incluye modificaciones al esquema de cesantía, fue presentado el miércoles al Senado a pesar de que miembros del hemiciclo aseguran que no lo aceptarán.
En entrevista en El Despertador César Dargam, vicepresidente ejecutivo del Consejo Nacional de la Empresa Privada (Conep) el empresario detalló una serie de propuestas concretas del sector para evaluar en el Senado.
Dargam señaló que el costo laboral actual para una empresa puede superar el 200% del salario base en contratos a largo plazo, lo que fomenta la informalidad, especialmente en las micro y pequeñas empresas. “La informalidad en República Dominicana es del 57%, superando el promedio regional de 51%. Esto no beneficia ni a los trabajadores ni a las empresas”, afirmó.
Enfatizó que el 61% de la población dominicana tiene menos de 35 años por lo que la reforma laboral debe ser pensada con la intención de generar empleos de calidad para los más jóvenes.
Señaló que una encuesta reciente de la Asociación Nacional de Jóvenes Empresarios (ANJE) revela que el 65% de los jóvenes consideran emigrar debido a la falta de oportunidades laborales. Según el ejecutivo del CONEP, la reforma debe contemplar aspectos como la automatización, el teletrabajo, las jornadas flexibles y otras tendencias globales que surgieron con mayor fuerza tras la pandemia.
A continuación las propuestas del CONEP para los posibles cambios a la cesantía.
Propuesta de un máximo de seis años de acumulación, dado que la rotación promedio de los trabajadores en sectores como los call centers es de dos a tres años.
Limitar el cálculo a diez salarios mínimos del sector correspondiente. Por ejemplo, en el caso del salario mínimo más alto del sector no sectorizado (RD$25,000), el tope sería RD$250,000.
Sustituir el cálculo actual, que utiliza el último salario, por un promedio de los salarios devengados durante el periodo de trabajo.
Basado en modelos internacionales como los de España y Estados Unidos, podría ser financiado mediante aportes individuales, empresariales o mixtos.
Ampliar el periodo de prueba de tres a seis o nueve meses para permitir mayor adaptación al mercado laboral.
Considerar el pasivo laboral como deducible al momento de calcular impuestos, al igual que otros gastos empresariales.