GINEGRA.- El Consejo de Derechos Humanos de la ONU aprobó este jueves crear una misión independiente de investigación de las posibles violaciones a las libertades fundamentales cometidas por el régimen de Irán en las protestas tras la muerte en septiembre de la joven Mahsa Amini.
La resolución que incluye este nuevo mecanismo de investigación se aprobó con 25 votos a favor, 16 abstenciones y seis en contra, entre estos últimos el de China, que intentó previamente sin éxito que se retirara de la resolución el texto que aludía a la creación de la misión investigadora.
Esta misión tendrá por objetivo «recoger y analizar evidencias» de violaciones de los derechos humanos en el marco de una represión que ha causado ya más de 300 muertos -entre ellos 40 niños- y cerca de 15.000 detenidos.
Los expertos que la compongan (suelen ser tres juristas u otros especialistas en derecho internacional) presentarán sus primeros resultados de las pesquisas en la 53ª sesión del Consejo, a mediados de 2023.
La resolución aprobada pide además a Irán que permita un acceso sin obstáculos a estos expertos para que lleven a cabo libremente sus investigaciones, así como al relator especial de la ONU para ese país, Javaid Rehman.
El texto, que además de China votaron en contra Cuba, Eritrea, Armenia, Pakistán y Venezuela, pide al Gobierno de Irán «acabar con todas las formas de discriminación y violencia contra mujeres y niñas en la vida pública y privada».
También exige a Teherán poner fin a las ejecuciones extrajudiciales, las desapariciones forzadas, la violencia sexual y de género, los arrestos arbitrarios, la tortura y otros abusos contra los manifestantes pacíficos que han protagonizado más de dos meses de protestas.
China intentó neutralizar la resolución en el último minuto pidiendo la retirada del párrafo que solicitaba crear una misión investigadora, lo que obligó a una primera votación sobre esta posible enmienda que solo consiguió seis votos de los 47 miembros del consejo.
Esta estrategia causó las protestas de países como Alemania, uno de los principales promotores de que la represión en Irán fuera llevada a debate al Consejo y que denunció que China presentara a última hora una enmienda con la intención de desactivar el texto.
Por parte de Irán, la directora internacional de la Vicepresidencia para la Mujer y la Familia, Khadijeh Karimi, intervino para advertir que su Gobierno «no reconocerá este mecanismo (la misión de investigación) ni un mandato de las Naciones Unidas condenado al fracaso».
También cargó contra Alemania por su liderazgo en la sesión de hoy y aseguró que ese país, «desde la Segunda Guerra Mundial, no está cualificado para hablar de los derechos de las mujeres».
Horas antes de la votación, la misión internacional había sido apoyada por el relator especial Rehman, quien subrayó su importancia para atender las reclamaciones de las víctimas en un país donde «la impunidad estructural ha alimentado un patrón de asesinatos, desapariciones forzadas, tortura y abusos».
Rehman subrayó que, en línea con estas viejas prácticas, el Estado iraní ha ordenado desde el inicio de las protestas «la represión violenta a cualquier coste», con órdenes presidenciales de actuar «sin piedad» contra los manifestantes.
El alto comisionado de la ONU para los derechos humanos, Volker Türk, agregó en la sesión del Consejo que «debe ponerse fin al uso innecesario y desproporcionado de la fuerza en Irán», país que se encuentra sumido en «una abierta crisis de derechos humanos».
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