Combatir la inflación con medidas monetarias e incentivos a la producción es uno de los mayores éxitos del presidente Abinader, para proteger a los pobres por la pandemia y guerra en Ucrania. La industria y comercio mantuvieron abastecido al pueblo pese a enormes presiones desde 2020; no son responsables de altos precios de productos agropecuarios en el mundo.
La mejor intervención gubernamental para abaratar costos es apoyar a productores. Intervenir en la intermediación entre productores y detallistas nunca beneficia a ningún país, sino al contrario como en Venezuela. Entre 16 productos que pretenden abaratar “del campo al colmado”, están aceite, arroz, azúcar, espaguetis, huevos, leche, salami y sardinas, todos procesados industrialmente con insumos importados. ¿Otro INESPRE de antaño?
La falta de oposición leal, capaz de poner en peligro la casi segura reelección, puede conducir a errores —como intervenir en vez de estimular la producción. Combatir la percepción fomentada por adversarios, de que se gobierna para ricos, no se logra con populismo inefectivo, sino reafirmando las políticas que hacen a Abinader un estadista admirado internacionalmente por muchos buenos motivos.
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