REDACCIÓN INTERNACIONAL.- Muchos corredores aprovechan el buen tiempo en verano para salir a correr al aire libre. Sin embargo, una mala ejecución sumada a las altas temperaturas pueden hacer que el running sea una práctica arriesgada.
Para evitar cualquier efecto negativo, los expertos ofrecen varias recomendaciones como, por ejemplo, escuchar a tu cuerpo, correr en las horas más frescas del día o llevar protección bucal.
“Uno de los aspectos más importantes es la hidratación. Lo más recomendable es beber al menos medio litro de agua dos horas antes del ejercicio y seguir hidratándose cada 20 minutos a lo largo de la carrera. Además, el consumo de bebidas isotónicas contribuye a reponer los electrolitos perdidos con el sudor”, explica Víctor Moreno, entrenador personal de Sanitas.
Otro elemento a tener en cuenta es el de la alimentación. Alba Solo, nutricionista de Sanitas, recomienda optar por comidas ligeras y ricas en carbohidratos, evitando platos pesados y altos en grasas antes de comenzar a correr.
De esta manera, la alimentación proporciona la energía necesaria para el entrenamiento y elude molestias digestivas.
A pesar de que en muchas ocasiones pasa desapercibido, el running también puede afectar a la salud bucodental.
“La respiración constante por la boca a lo largo de la carrera puede provocar sequedad bucal, aumentando así el riesgo de caries y enfermedades periodontales. Por ello, es aconsejable utilizar enjuagues específicos que hidraten la mucosa oral y concertar una cita con el dentista, ya sea de manera presencial o a través de videoconsulta, para detectar y tratar cualquier problema a tiempo”, explica Lorena Trinidad Bueno, odontóloga del Departamento de Innovación y Calidad Clínica de Sanitas Dental.
Los expertos de Sanitas han elaborado un listado con una serie de consejos para practicar running de manera segura durante esta época del año.
Para evitar el calor extremo es crucial salir temprano por la mañana o al atardecer. Durante estos periodos, las temperaturas son más bajas y hay menos radiación solar, lo que minimiza el peligro de golpes de calor y quemaduras solares.
Una buena opción es seleccionar rutas que ofrezcan sombra parcial para esquivar la exposición directa al sol.
Con el objetivo de reducir el riesgo de irritaciones y sobrecalentamiento, es sugerible equiparse con telas técnicas ligeras y transpirables que absorben el sudor y ayudan a mantener el cuerpo fresco y seco.
La exposición al sol, especialmente con altas temperaturas, puede causar quemaduras.
“Es imprescindible aplicarse protector solar con un alto factor de protección (SPF 30 o superior) en todas las áreas expuestas de la piel e ir reaplicando si es necesario, sobre todo si se suda mucho”, indica la doctora Cristina Villegas, jefa del servicio de Dermatología del Hospital Universitario Sanitas La Moraleja.
No se deben ignorar señales de advertencia como mareos, dolor de cabeza, náuseas o calambres. Estos pueden ser síntomas de deshidratación o sobrecalentamiento.
Si se experimenta alguno de estos síntomas, hay que detenerse, buscar sombra e hidratarse de inmediato.
En caso de tener bruxismo (rechinar de dientes) o practicar deportes de contacto además del running, es importante usar una protección bucal que prevenga posibles daños en los dientes y amortigüe posibles impactos.
Consumir tentempiés altos en proteínas como yogurt griego, frutos secos o barritas de cereales contribuye a la reparación y crecimiento muscular.
Las proteínas también conservan la sensación de saciedad y estabilizan los niveles de azúcar en sangre, lo cual mejora el rendimiento y la posterior recuperación.
El sodio, el potasio o el magnesio son primordiales para el equilibrio hídrico y la función muscular.
Los plátanos, naranjas, espinacas o el agua de coco ayudan a reponer estos minerales perdidos por el sudor, evitando calambres y garantizando una buena hidratación.
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