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Batalla Electoral 2024

Cosechará la alterabilidad

La lectura más obvia de lo ocurrido en la elección de los diez nuevos integrantes del Comité Político del Partido de la Liberación Dominicana, ha sido expuesta en los titulares de todos los medios impresos y digitales: la corriente del presidente Danilo Medina arrasó, información que coincide con otra que contribuye a explicarla: 87.4% dominicanos aprueba manera de gobernar DM.

El elector dominicano en todos los niveles cuando se enamora lo entrega todo, distinto al de sociedades en que la gente trata de contrapesar sus decisiones, que es por eso que al partido que le da la presidencia, también suele darle el congreso y todas las instancias, lo propio ocurre cuando se frustra, lo quita todo.

Danilo Medina no es hombre soberbio y aún a sabiendas de que lo ocurrido en la elección ampliatoria del Comité Central, en la que sus seguidores fueron beneficiados con más de un 80% de las votaciones, predeterminaba lo que ocurriría en la elección del Comité Político, hizo el esfuerzo de ampliar el horizonte de los que tuviesen oportunidad de llegar al Comité Político, al tiempo que se cuidó de que entre los suyos nadie se sintiese desfavorecido frente a otros.

Antes de la elección oficial, hubo un mecanismo de preselección en el que los miembros del Comité Central de su corriente, organizados por regiones eligieron en una lista de dieciséis a los ocho que prefirieran, incluyendo en esa lista a figuras importantes de su entorno que no estaban aspirando al Comité Político.

Y como una señal de que entendía que el criterio de elección no debería sujetarse a los que pertenecieran a su corriente, en la consulta se incluyeron nombres de aspirantes muy meritorios de otras orientaciones a los que trató de favorecer: Francisco Domínguez Brito, Radhamés  Jiménez y Danilo Díaz, quienes incluso quedaron en la preselección final de diez entre los que se escogerían ocho, siendo favorecido Radhamés Jiménez.

Ni Carlos Pared Pérez ni Yomaira Medina llegaron por el dedo a la preselección final, estuvieron en ella porque la mayoría de los miembros del Comité Central los favorecieron en la preselección como ocurrió con Simón Lizardo, Miriam Cabral, Rubén Bichara, Juan de los Santos y Gonzalo Castillo.

Aunque los resultados en ambas ampliaciones, la del Comité Central y la del Comité Político, favorecieron en forma arrolladora a una corriente, no puede hablarse de división en el PLD porque lo que provocarán los nuevos integrantes es un equilibrio en la presencia de las dos principales fuerzas  en el Comité Político.

Lo innegable es que las consecuencias de la polarización impactarán en el futuro inmediato en el que el PLD deberá ir a un proceso interno para escoger su candidato presidencial y todos los aspirantes a las distintas posiciones electivas, y que en ese esquema no hay nada predefinido.

Es cierto que algunos les entusiasmará tentar una modificación constitucional que permita la repostulación inmediata, pero el primero que pararía en seco cualquier iniciativa continuista sería el presidente Danilo Medina, que no pasará a la historia como uno más de los que la embriaguez de poder coloca de espaldas a sus principios.

El aliento decisorio lo recibe con esos resultados la alterabilidad, ninguna fuerza se hace principal para marginarse, y no cabe duda de que el sector dominante en el PLD apostará por presentar y afianzar un candidato  que le resulte más cercano, una figura refrescante que a la hora decisiva una la maquinaria.

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