La Paz.- Cientos de bolivianos conmemoraron este sábado el Día de los Reyes Magos, entre el cumplimiento de los ritos católicos y las costumbres andinas, que para los creyentes en esas tradiciones son algo importante para tener un buen año.
La tradición local manda a las familias que armaron un pesebre o Belén en sus casas lleven el 6 de enero las imágenes del Niño Jesús a los templos para «escuchar misa» y recibir la bendición sacerdotal.
En ese afán, muchos creyentes preparan cuidadosamente las urnas o canastos en los que colocan la imagen de Cristo recién nacido.
Las representaciones varían en tamaño, antigüedad y vestuario, pues se les coloca desde atuendos típicos hasta los más decorados.
La ceremonia religiosa concluye con una bendición a las imágenes del Niño Jesús, mientras que en la salida de los templos están los acólitos de la Iglesia que rocían agua bendita a los feligreses.
Una vez fuera, como sucede en el templo de San Francisco en La Paz, comienza otro ritual, pues aguardan decenas de amautas o sabios aimaras que llaman a los creyentes con los repiques de campanillas de mano, mientras avivan el fuego los braseros a los que echan incienso.
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