REDACCIÓN INTERNACIONAL.- El mandatario de Corea del Norte, Kim Jong-un, está más delgado y continúa perdiendo peso, lo que queda evidenciado con lo holgado que le quedan los trajes, esto luego que instara a sus funcionarios a abordar la “sombría” situación alimentaría que afecta a la nación asiática durante su discurso con motivo del 76 aniversario del Partido de los Trabajadores.
El líder norcoreano, de 38 años, apareció notablemente más esbelto, de acuerdo a las nuevas fotos difundidas por medios estatales, tomadas mientras caminaba sobre una alfombra roja y en las que se aprecia el ancho traje oscuro sobre su delgada figura.
El año pasado se informó que el peso del mandatario se había disparado a 22 piedras (308 libras), lo que significó un aumento de 110 libras en ocho años.
A principios de este año, Corea del Norte prohibió a los ciudadanos hablar sobre la pérdida de peso de Kim y le dijo a la gente que el chisme es un «acto reaccionario», además, insistieron en que estaba comiendo menos «por el bien del país».
Las especulaciones sobre la salud del Máximo Mandatario no se hicieron esperar, ya que las fotos lo mostraban cada vez más delgado después de que perdió hasta 44 libras a principios de este año.
Corea del Norte sufre la peor crisis alimentaria en una década, según reportó a principio de este año el país a las Naciones Unidas, una situación acentuada por el bloqueo fronterizo y la interrupción de la importación de productos desde China debido a la pandemia del COVID-19.
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