Redacción.-Estamos en Cuaresma y sin dudas el postre rey de esta época son las habichuelas con dulce. Pero ¿sabemos de dónde viene este delicioso postre? Aquí te dejo dos versiones sobre el origen de las habichuelas con dulce.
Las habichuelas o frijoles suelen comerse como preparación salada en el resto del mundo y forman parte de la gastronomía de muchos países. La forma dulce en la que la comemos en República Dominicana es única y para muchos investigadores las habichuelas con dulce tal como las conocemos hoy día son plato meramente dominicano.
La primera referencia al origen de este postre la da el investigador Hugo Tolentino Dipp que en su libro «Itinerario histórico de la gastronomía dominicana» cita un texto de Ramón Emilio Jiménez del año 1929 titulado «Al amor del bohío» una referencia al famoso postre dominicano:
«Pero el plato favorito de cuaresma son los frijoles con dulce, indispensables el Miércoles de Ceniza, el Viernes de Dolores y el Viernes Santo. El rico grano recibe, en el suplicio de la olla, baño de agua, nevada leche reforzada por una de coco y otra de azúcar, y a ellos sumados los ingredientes mantequilla, batata en trocitos para espesar, crema enriquecida con pasas y especias, y por último el casabe, el típico casabe que se reserva para arrojarlo en pedazos sobre las fuentes humeantes en el momento decisivo del ataque”.
Otra versión es que el origen del postre se remonta a la persona que introdujo los frijoles a la gastronomía dominicana. Según José G. Guerrero, en un artículo publicado en el portal www.saboresdominicanos.org, esa persona fue un francés de nombre Francois Delalande que cultivaba unos frijolillos que en su natal en la parte francesa de la isla. En Francia esos frijolillos se comían azucarados durante la Semana Santa (4 días antes del domingo de Ramos).
Debido a una tragedia familiar Delalande tuvo que huir a la parte española de la isla y allí empezó a producir esos frijolillos. Con el tiempo esos frijolillos se sustituyeron por las habichuelas que se cultivaban en el país y se les fueron agregando productos lácteos y azúcar. El resto es historia.
Sea cual sea el origen de este sabroso manjar lo único que queda por agregar es que en el país no hay Semana Santa sin Habichuelas con dulce.