REDACCIÓN.- Las llamamos fórmulas fijas, pero cambian de un lugar a otro o de un hablante a otro y, a veces, con el contacto, surgen las dudas: ¿por qué se dice buenos días en unas zonas y buen día en otras? ¿Son correctas las dos? ¿Se usan en momentos distintos?
Las dos formas de saludo —y también de despedida— son correctas y significan lo mismo. El uso del plural buenos días, opción tradicional y aún hoy predominante en el español general, puede deberse a la analogía con otros plurales expresivos típicos de salutaciones y fórmulas de cortesía (saludos, recuerdos, gracias, felicidades, etc.) o al acortamiento de alguna expresión más larga con la que tal vez se hacía referencia a los días futuros, como parecen sugerir estos ejemplos:
«¡Mala postrimería, malos días, malos años le dé Dios, amén!» (Alfonso Martínez de Toledo Corbacho [España 1438]).
«Lucrecia: Buenos días te dé Dios.
Barrabás: ¡Ó, qué milagro tamaño!
Y buenas noches a vos,
porqu’es la mitad del año».
(Bartolomé de Torres Naharro Comedia Tinellaria [España 1517])
La variante buen día, que como fórmula de saludo prácticamente no se usa en España, alterna con buenos días en casi toda América, y es especialmente frecuente en el área rioplatense, donde quizá se deba al influjo del italiano, ya que en esa lengua, como en otras de nuestro entorno, este tipo de fórmulas de saludo se emplean siempre en singular (buon giorno, good morning, bonjour, bom dia…).
Ambas fórmulas pueden usarse como despedida; en ese caso, buen día está más extendido y se puede oír también en España, sola o en la expresión que tengas/tenga/tengáis/tengan un buen día.
De las dos, solo buenos días forma locución verbal con el verbo dar: «Al descolgar el auricular, Dionisio Kauffmann oyó una voz meliflua que le dio los buenos días» (Lázaro Covadlo Criaturas de la noche [Argentina 2004]).
Con respecto a los saludos durante la tarde y por la noche, lo normal en todo el ámbito hispánico es usar los plurales buenas tardes y buenas noches. Y para cualquier hora existe, además, la expresión abreviada buenas, que solo se emplea en algunas zonas ―en España, en el área rioplatense y en parte de las áreas andina y centroamericana― y siempre en registros coloquiales: «Buenas ―sonrió con un desprecio, con una burla ya serenados, viejos de cuarenta años» (Juan Carlos Onetti El astillero [Uruguay 1961]).
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