El presidente Danilo Medina se ha crecido ante la historia con su firme decisión de llevar a la empresa Barrick Gold a modificar el contrato de explotación de nuestro oro. Y lo más trascendente de este acuerdo es que Danilo ratifica su gran condición de estadista, de defensor de los intereses de su pueblo y su nación, de hombre ecuánime que sabe negociar y ceder pero que es firme en sus convicciones y en sus planes.
Si bien es cierto que la inversión de la Barrick Gold en nuestro país es un elemento de mucha importancia para la estabilidad macroeconómica y para consolidar la inversión extranjera, no menos cierto era que el contrato tenía una serie de cláusulas muy lesivas para el país dominicano.
El presidente Medina y la comisión del gobierno demostraron que se puede hacer patria sin tener que asumir posturas de intransigencia absurda sino gobernando con visión y convicción de que se está buscando el bienestar de toda la población dominicana.
En este acuerdo, que pasará a la historia como uno de los grandes momentos de gloria del pueblo dominicano, se logró cambiar la decisión de que durante el actual gobierno sólo se recibirían escasos 377 millones de dólares, debido a que el contrato establecía que los beneficios a la parte dominicana se darían después que la Barrick recuperara su inversión, es decir, dentro de diez años.
Ese concepto totalmente injusto y abusivo fue modificado y ahora el Estado dominicano recibirá 2 mil doscientos millones durante el periodo 2013-2016.
Asimismo, se logró ampliar en 1 mil 600 millones de dólares más los beneficios para el pueblo dominicano de la explotación de la mina de Pueblo Viejo, pues ahora será de 11 mil 600 millones de dólares y no de 10 mil millones como estaba estipulado en el contrato. Esto significa que los dominicanos recibiremos unos 65 mil millones de pesos dominicanos más de beneficio en el período que se dure explotando la mina.
En la negociación también se logró que la tasa de depreciación del 40% fuese sustituida por una tasa de 15% y de esa manera elevar los ingresos por concepto de impuesto sobre la renta durante los primeros 10 años del proyecto. Asimismo el gobierno logró reducir significativamente el pago de los intereses de préstamos que han realizado filiales de Barrick, y que podrían realizar en el futuro. Esa reducción de tasas de interés representará un ahorro de 907 millones de dólares durante la vida del proyecto.
Pero uno de los elementos de mayor importancia del acuerdo fue lograr que los accionistas de Barrick Pueblo Viejo aceptaran un impuesto mínimo en función de los ingresos brutos. Este impuesto será calculado por anticipado cada tres años, por el equivalente del 90% de la suma del impuesto sobre la renta y las utilidades proyectadas a partir del 2016. Esto significa que si por alguna razón, los costos se disparan y el impuesto sobre la renta y las utilidades caen, el gobierno cobraría como mínimo el 90% de la suma del impuesto sobre la renta y beneficios proyectados antes del aumento de los costos operativos.
Para entender a fondo lo trascendente de este acuerdo hay que tener presente que lo único seguro que recibiría el país eran 1,359 millones de dólares, pero luego de la negociación, el gobierno ha asegurado 10,674 millones de dólares, casi 8 veces más. Esto no sólo beneficiará a la presente administración sino también a los futuros gobiernos que también podrán contar con ingresos mínimos asegurados.
Hay que felicitar al presidente Danilo Medina pues con esta firme posición frente a la Barrick Gold ha consolidado el orgullo patrio. Y se ha crecido de manera digna ante la historia.
Euri Cabral
Es Economista y Comunicador
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