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Batalla Electoral 2024

Danilo se tragó el tiburón y la picúa brasileña

El Presidente Medina no se ha dado –o no quiere darse cuenta- que la  realidad de su gestión está destrozando su construcción virtual y propagandística. Las burbujas comenzaron a explotarse.

Que ya -sin el cuco de Leonel amenazando con volver y luego del pacto de la impunidad y el reparto- se comienza a percibir en grande que él también representa la continuidad del modelo que combina neoliberalismo, corrupción impune, clientelismo, autoritarismo, caudillismo Estado delincuente, voracidad fiscal, precarización del trabajo, TLCs, concesiones mineras contra el patrimonio nacional privatización de la economía y la política.

Que su gestión favorece el afán de lucro de los grandes capitalistas, el crecimiento económico con más desigualdad, la falsificación de cifras, el racismo, el machismo y la dictadura institucional unipartidista,

Que su gobierno lo empeora todo, o casi todo: la dependencia respecto a EEUU, el empobrecimiento, la depredación y contaminación ambiental, el desempleo formal e informal, el caos urbano, la criminalidad policial-militar, inseguridad ciudadana, la violencia de género, la narco-corrupción, el endeudamiento oneroso,  la crisis eléctrica, el deterioro del sistema de salud y seguridad social, degradación institucional…

Que este régimen se traga los efectos pasajeros del cambio de estilo y de su distanciamiento de Leonel, forzándolo al pacto de la impunidad y el reparto del Estado, llevándolo a parecerse cada vez más a Balaguer, a Hipólito y a Leonel.

Que al no auspiciar cambios estructurales, hasta las buenas pero limitadas  acciones, como la del sector educación, son arropadas por la crisis sistémica.

  • Las grandes mentiras son difíciles de ocultar.

Danilo ha elogiado el debate y los procedimiento de la enmienda reeleccionista, presentándolo como un gran salto democrático repleto de buenas conductas al interior de los partidos que la protagonizaron. Pero la verdad es que ese debate giró alrededor de las ambiciones de las dos grandes facciones y los cabecillas de las mismas por el control del PLD y del Estado, para darle continuidad un modelo degradante de las conquistas democráticas; lo que le quita toda grandeza y valor positivo esencial más allá de las valiosas denuncias y opiniones contrarias de quienes no hemos sido parte del saqueo y el deterioro del patrimonio nacional en las últimas décadas.

Su desenlace en el seno de un Congreso -convertido desde hace años en uno de los espacios más expeditos del mercado político y de la política como negocio- comenzó con un pacto grotesco al interior del comité político del PLD, en el que se cambió reelección por impunidad, millones y reparto de cargos y postulaciones; y concluyó agregándole a ese acuerdo infame, la recompra a sobreprecio, con monedas similares o parecidas, de los votos congresuales que posibilitaron reabrir constitucionalmente el capítulo de la reelección; votos en manos de dos franquicias compradas que están muy lejos de representar junto al PLD el 98% de los votos emitido en las elecciones pasadas.

Esa manipulación -desconociendo que el PRD y el PRSC de hoy son fuerzas en extinción- retrata el alma extremadamente tramposa de los artífices de esa mentira, administradores de esta seudo-democracia corrompida hasta los tuétanos.

No hay forma de ocultar que en esos acuerdos soterrado primó siempre la existencia de una institucionalidad degenerada, convertida en dictadura institucionalizada unipartidista, intensamente fraccionada; escenario de competencias y pactos espurios entre negociantes de la política, lo que no anula el hecho de que temporalmente, ante el cuco de la vuelta de Leonel, las encuestas favorecieran la re-postulación de Danilo. Esa inclinación de la mayoría de los/as encuestados/as por sí sola no cambiaba la correlación inicial en el Congreso, por lo que se recurrió al soborno y la extorsión desde el Palacio Nacional. Eso está clarito

Consumada la afrenta, decidido el desenlace a su favor en este match entre facciones políticas y empresariales corrompidas y corruptoras, no nos extrañan ni las felicitaciones y agradecimientos del presidente Medina a escorias políticas que se venden al mejor postor, ni su auto felicitación y regocijo como director de la orquesta que ha potencia el ejercicio gansteril de la política.

  • Otra “Gatita de María Ramos” y más mentiras.

Otra vez la figura de la gatita de María Ramos sale a colación cuando el presidente Medina intenta ocultar su rol preeminente en esa trama plagada de trabajo sucio.

No es verdad su proclamada prudencia, menos aun su equidistancia e independencia.

Está claro que el Congreso Norge Botello y los cambios en la correlación interna en el PLD a favor del danilismo, fueron impactados y provocados desde el gobierno central y desde los ministerios y direcciones de alcance nacional, con cuantiosos y variado recursos del Estado, a la vista de todo el mundo.

Que la reelección fue promovida desde el Palacio, especialmente por los ministros con vocación de alcancías empresariales del presidente, si es que ya no lo son.

Que el propio presidente hizo de estratega de su re-postulación y convirtió el Palacio Nacional en el principal local del PLD, donde se hicieron con su presencia reuniones con senadores/as y diputados/as a comprar, con los dirigentes del PRSC y PRD que negociaron los pactos…además de tutelar las comisiones que negociaron con el leonelismo y de volcar la acción del gobierno y su maquinaria propagandísticas a favor de esa meta.

La mentira aparece con bastante descaro cuando el mandatario habla de la existencia de instituciones democráticas “en proceso de fortalecimiento” y con “equilibrio político”, en un país donde el trauma y la sombra tenebrosa de la dictadura han desaparecido.

Tampoco estas mentiras adicionales nos sorprenden en los labios de uno de los artífices del pacto con Balaguer, de su proclamación como supuesto “Padre de la Democracia”, de su papel en la construcción de un partido autoritario fusionado con el Estado (corrompido y corruptor), cuyo comité político articula y dirige una dictadura institucionalizada heredera de las tradiciones caudillistas, trujillistas y balagueristas. 

  • Reelección, democracia y Constitución del 2010.

La reelección no puede perfeccionar una democracia que no existe. Más bien sirve para auspiciar un cambio de jefe en la nueva dictadura y cambios en algunos dueños del régimen impuesto.

La Constitución vigente sirve de base para reforzar la tendencia dictatorial. En su elaboración no participó este pueblo, más bien se le negó reformarla por la vía de una Constituyente electa por él y finalmente fue el producto de una maquinación perversa de Leonel y sus socios; refrendada por todos los partidos responsables del desastre nacional y muy especialmente por la cúpula del PRD encabezada entonces por el comerciante Vargas Maldonado.

Lo supuestamente “sagrado”, aunque “perfectible”, de ese texto, así como el respeto del pueblo al mismo, es pura basura verbal; igual que las disquisiciones sobre las bondades de los “ocho años y el nunca más” después de haberse tragado el tiburón podrido y despojarse de todos los escrúpulos.

En casos así las palabras no aplacan desconfianzas, sobre todo cuando los hechos configuran la calaña de los favorecidos por la liberación del candado a la re-postulación presidencial sucesiva.

Menos aun cuando inmediatamente después del negocio reeleccionista, incluidos los métodos espurios empleados por el propio presidente Medina, explota el escándalo ODEBREH-ANDRADE, evidenciándose la conexión gubernamental y empresarial dominicana pintada de morado y enlazada con el cogollo lulista del PT de Brasil. Lo que equivale a tragarse el tiburón podrido de la reelección dominicana y la picúa descompuesta brasileña.

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