SANTO DOMINGO.- El manejo del asma en esta población constituye un desafío ya que es más frecuente que estos tengan síntomas a pesar del tratamiento y un peor control clínico.
Hoy abordamos del tema a propósito de conmemorarse el día mundial del asma.
El tabaco y la contaminación son dos factores que desencadenan y empeoran el asma.
Según estudios, los efectos dañinos de la polución tanto en el interior de los edificios y en el exterior afectan al desarrollo de los pulmones y el sistema respiratorio en la edad temprana, el control del asma y la función del sistema inmune.
Los fumadores también presentan mayor riesgo de sensibilización alérgica y en el caso del tabaquismo materno se asocia a un incremento de los síntomas asmáticos en la infancia.
Según investigaciones, en los pacientes con asma fumadores (activos o pasivos) el tabaco puede producir:
· Peor control de la enfermedad
· Peor calidad de vida
· Reducción de la eficacia del tratamiento
· Mayor frecuencia de crisis, visitas a urgencias y necesidad de ingresos hospitalarios
· Mayor riesgo de mortalidad
· Desarrollo de una forma mixta de enfermedad asma
Un diagnóstico adecuado es vital para proceder al tratamiento.
Se estima que un 50 % de los pacientes con asma no está diagnosticado.
Además, entre un 60 y un 70 % de las personas con asma no tienen controlada la enfermedad.
El asma es una enfermedad crónica sin cura, aunque existen numerosos tratamientos que permiten llevar una vida normal en la mayoría de casos.
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