Quito.- Un total de 5,254 explosivos han sido decomisados por las fuerzas de seguridad de Ecuador en las operaciones contra el crimen organizado desde el pasado 9 de enero, al amparo del estado de excepción decretado por el Gobierno con el que declaró la existencia de un «conflicto armado interno» contra el crimen organizado.
Según la última actualización diaria del informe sobre las operaciones conjuntas que llevan a cabo militares y policías a escala nacional, en las requisas se han encontrado hasta este viernes 1.343 armas de fuego, 1.593 armas blancas, 68.037 municiones y 932 alimentadoras (cargadores de balas).
En los últimos dieciocho días las fuerzas de seguridad ecuatorianas han ejecutado 46,915 operaciones y han detenido a 3,886 personas, de las cuales 237 bajo cargos de terrorismo, precisó el informe del llamado Eje de Seguridad, integrado por mandos militares, policiales y del Gobierno.
Precisó que 89 operaciones se han orientado contra grupos criminales catalogados ahora por el Ejecutivo como terroristas y que se han abatido a cinco personas a las que ha ubicado en esa misma categoría.
También recordó que en las operaciones han fallecido dos agentes de la Policía en el cumplimiento de su deber y que no se han registrado bajas en las filas castrenses.
Asimismo, indicó que se han logrado recapturar a 34 reos de los cerca de 90 que se fugaron de las cárceles donde ocurrieron motines por parte de los reclusos a comienzos de año, y que fue uno de los antecedentes para que el Gobierno declarara el estado de excepción y decretara un conflicto armado interno, cuando al violencia saltó a las calles.
En las operaciones, los agentes también han decomisado 824 vehículos, 483 motocicletas y 28 embarcaciones; además de 77.908 dólares, 35,8 toneladas de drogas y 29.281 galones de combustible (unos 110.834 litros).
Las operaciones conjuntas entre policías y militares obedecen a la aplicación del estado de excepción y conflicto armado interno, decretados por el Gobierno del presidente Daniel Noboa para atajar la espiral de violencia del crimen organizado que sacudió al país a comienzos de año.
Al declarar el «conflicto armado interno», el Gobierno identificó a al menos 22 grupos del crimen organizado transnacional y los ubicó «como organizaciones terroristas» y «actores no estatales beligerantes».
Según expertos, ubicar a estos grupos como beligerantes abrió una puerta legal para que las Fuerzas Armadas junto con la Policía actúen con todos sus recursos para neutralizarlos.
La espiral de violencia se desató justo después de que el presidente Noboa anunciara su decisión de poner en marcha el llamado «Plan Fenix», con el objetivo de recuperar el control de las prisiones, muchas de ellas dominadas internamente por grupos de delincuentes, cuyas rivalidades ha dejado más de 450 presos asesinados desde 2020 en una serie de masacres carcelarias.
Esa violencia también se trasladó a las calles hasta convertir a Ecuador en uno de los países más violentos, con 45 homicidios intencionales por cada 100.000 habitantes en 2023.
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