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Denunciante de Depardieu: "Lo que me marcó no fue su deseo, fue su salvajismo"

La víctima relató cómo el actor, sentado en una pausa entre escenas, la encontró sola en una de las habitaciones del apartamento donde se rodaba parte de la película y, al intentar salir la inmovilizó, y empezó a tocarla en los muslos, ingles, nalgas y en los pechos.

Denunciante de Depardieu: "Lo que me marcó no fue su deseo, fue su salvajismo"

París.- “Lo que me marcó no es su deseo sexual, fue su salvajismo”, testificó este martes una de las dos denunciantes del juicio en París contra el actor francés Gérard Depardieu por las agresiones sexuales presuntamente cometidas en 2021 durante el rodaje de la película ‘Les volets verts».

Tras una primera jornada que fue poco fructífera para el avance de la causa por la discusión de una petición de nulidad interpuesta por la defensa, el juicio contra Depardieu prosiguió hoy con la declaración del actor, de 76 años, y la primera de las dos mujeres que le han denunciado, debido a que el presidente de la sala organizó las intervenciones para examinar cada acusación por separado.

«Me atrapó, me hizo avanzar y me pinzó con las piernas. Tenía una fuerza terrible», indicó una de ellas, decoradora de profesión y llamada Amélie (su nombre completo permanece confidencial), cuyo caso fue el primero en ser abordado.

La víctima relató cómo el actor, sentado en una pausa entre escenas, la encontró sola en una de las habitaciones del apartamento donde se rodaba parte de la película y, al intentar salir la inmovilizó, y empezó a tocarla en los muslos, ingles, nalgas y en los pechos.

Ella, que había tratado de evitar a Depardieu después de haberle escuchado comentarios obscenos en el set de rodaje, se encontró «petrificada» e incapaz de reaccionar, según dijo, hasta que alguien a quien no llegó a identificar la separó de él por la espalda.

«Me aterrorizó y eso le divertía”, aseguró la denunciante, que lo recuerda con la cara enrojecida, excitado y enfadado.

Fue un momento «corto» y, aunque varias personas del rodaje la notaron conmocionada e intentaron reconfortarla, ella misma no entendía que había sufrido una agresión sexual.

Consultó a un médico y también contó lo sucedido a varios miembros del rodaje y a sus allegados, como su marido, pero no denunció hasta dos años después porque pasó por una fase de miedo y de negación.

También sintió culpabilidad hasta que la salida a la luz de una acusación de violación contra Depardieu -la denuncia interpuesta por la actriz Charlotte Arnould, por la que la Fiscalía ha pedido ya que el actor vuelva al banquillo- y otros casos en la prensa la animaron a presentar su querella, para dejar de sentirse «cómplice» con su «silencio» de lo que pudiera hacerle a otras mujeres.

Depardieu cambia su relato

«No veo por qué disfrutaría manoseando a una mujer en un plató de cine. No soy un sobón. Hay muchos vicios que verdaderamente no conozco», había alegado Depardieu al explicar su versión de los hechos, además de achacar el malestar de la víctima a críticas que hizo sobre su trabajo.

Reconoció, no obstante, haber hecho comentarios groseros en el rodaje, porque los suele hacer en general, dijo, y también admitió por primera vez haber puesto sus manos sobre las caderas de la víctima para no «caerse», a pesar de que en sus declaraciones a la policía lo había negado.

Ese cambio de versión se lo hicieron notar tanto los jueces como la abogada de la decoradora, a cuyas preguntas el actor ofreció una tercera explicación al afirmar que la agarró de las caderas para poder hablarle sin gritar, ya que se encontraban en el rodaje.

Los intercambios no estuvieron exentos de momentos de tensión en los que el presidente de la sala amenazó con suspender la audiencia, en especial cuando Depardieu explicó que hace tres años que no trabaja debido a que cada vez que lo intenta salen «locas con pancartas».

«Defiendo la libertad de expresión, defiendo la feminidad, pero no tengo costumbre de tener a mujeres en una suerte de histeria que piden no sé qué», dijo el actor, cuyos comentarios desataron murmullos en la sala.

También los abogados de las partes se enzarzaron por momentos en descalificaciones durante la vista, en la que el protagonista de filmes como ‘Cyrano de Bergerac’ está acusado de agresión sexual, acoso sexual y ultrajes sexistas.

Por esos delitos se enfrenta a una pena de hasta cinco años de prisión y 75,000 euros de multa.