“Hay quienes creen que cuando se habla de residuos se habla de otro Duquesa, pero el país ya no puede seguir ese modelo. La nueva ley impulsa la industrialización y la valorización, no los vertederos”, sostuvo.
Géologo Osiris de León.
Santo Domingo.– En medio de la tensión social que se vive en La Cuaba, en Pedro Brand, por la instalación de una planta de gestión de residuos, el geólogo Osiris de León afirmó que el proyecto no constituye una amenaza ambiental ni equivale a un vertedero a cielo abierto, como temen sectores de la comunidad.
“Oakhouse es una industria bajo techo, para valorización de residuos, y no una instalación contaminante”, sostuvo el experto, al explicar que se trata de una planta industrial moderna dedicada al aprovechamiento de residuos sólidos con fines comerciales e industriales.
De León precisó que la operación estaría enfocada en el procesamiento de materiales como vidrio, plástico, papel, cartón, metales y materia orgánica, bajo un esquema completamente techado, lo que impide la exposición de los residuos a la lluvia y al aire libre, factores que, son los que generan líquidos contaminantes en los vertederos tradicionales.
“El escenario que produce contaminación ocurre cuando las aguas de lluvia entran en contacto con residuos expuestos. En una industria de valorización, como esta, la materia prima se mantiene protegida para evitar cualquier generación de líquidos contaminantes”, indicó.
Desde el punto de vista geológico, De León destacó que el terreno seleccionado presenta una formación de rocas volcánicas basálticas, caracterizadas por su impermeabilidad natural y ausencia de porosidad, lo que limita la infiltración de líquidos hacia el subsuelo y ofrece una barrera adicional de protección ambiental.
“La selección del sitio responde a criterios técnicos rigurosos y no a decisiones improvisadas”, enfatizó.
Estos pozos, según explicó, estarían disponibles para la supervisión de las autoridades competentes, entidades independientes y la propia comunidad, con el fin de permitir muestreos y verificaciones permanentes.
Para el geólogo, el proyecto responde a un modelo de industrialización de los residuos alineado con la legislación vigente, que busca superar el esquema de vertederos a cielo abierto y promover el aprovechamiento y valorización de los desechos sólidos.
“Hay quienes creen que cuando se habla de residuos se habla de otro Duquesa, pero el país ya no puede seguir ese modelo. La nueva ley impulsa la industrialización y la valorización, no los vertederos”, sostuvo.
De León subrayó que la clave está en la transparencia y en la apertura a la fiscalización técnica y ciudadana.
“Cuando un proyecto se explica con datos científicos y se abre al escrutinio, la confianza deja de ser un acto de fe y pasa a ser una conclusión técnica”, concluyó.