Redacción internacional.- “Los jóvenes ya no escriben en cursiva” es una queja común de las personas mayores en esta era obsesionada con el teclado. Ahora, una nueva investigación sugiere que los niños que ignoran la escritura a mano están, de hecho, perdiéndose: cuando llegan a la universidad, su “conectividad” cerebral puede ser más débil que la de las personas que escriben regularmente.
En un estudio de 36 estudiantes universitarios, “mostramos que cuando se escribe a mano, los patrones de conectividad cerebral son mucho más elaborados que cuando se escribe en un teclado”, dijo la coautora del estudio, Audrey van der Meer, investigadora del cerebro y profesora de psicología en la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología.
Una mejor conectividad neuronal tiene innumerables beneficios para el cerebro, añadió. “Se sabe que esa conectividad cerebral generalizada es crucial para la formación de la memoria y para codificar nueva información, y por lo tanto es beneficiosa para el aprendizaje”, explicó van der Meer en un comunicado de prensa de la universidad.
Su equipo publicó sus hallazgos en la edición del 26 de enero de la revista Frontiers in Psychology. En el estudio, el equipo noruego rastreó los datos del electroencefalograma (EEG) del grupo de estudiantes a los que se les pidió repetidamente que escribieran o escribieran una palabra que veían en una pantalla. El electroencefalograma registra la actividad eléctrica en el cerebro.
El estudio hizo que los estudiantes usaran un bolígrafo digital para escribir la palabra en cursiva en una pantalla táctil y un solo dedo para escribir la palabra en un teclado. Los electroencefalogramas registraron la actividad cerebral cada cinco segundos durante estas tareas.
La conectividad cerebral, la comunicación entre varias regiones del cerebro, aumentó cuando los estudiantes escribieron las palabras en cursiva, pero no cuando teclearon. Los investigadores tenían una teoría de por qué podría ser así.
“Las diferencias en la actividad cerebral están relacionadas con la formación cuidadosa de las letras cuando se escribe a mano mientras se hace un mayor uso de los sentidos”, dijo van der Meer. A pesar de que los participantes escribieron en una pantalla táctil, el grupo de van der Meer cree que los resultados serían similares usando lápiz y papel.
Los padres podrían ver los aspectos negativos de descuidar la escritura a mano al principio del desarrollo de sus hijos, según van der Meer. El estudio “explica por qué los niños que han aprendido a escribir y leer en una tableta pueden tener dificultades para diferenciar entre letras que son imágenes especulares entre sí, como la ‘b’ y la ‘d’”, explicó.
“Literalmente no han sentido con sus cuerpos lo que se siente al producir esas letras”. Basándose en los hallazgos, el equipo noruego cree que las escuelas deberían redoblar sus esfuerzos para dar a los niños al menos una cantidad mínima de instrucción en escritura. Muchos estados de EE. UU. ya han implementado alguna forma de instrucción cursiva en las escuelas, anotaron los investigadores. Incluso entre las personas mayores, la escritura a mano podría mejorar el aprendizaje en el aula.
“Hay alguna evidencia de que los estudiantes aprenden más y recuerdan mejor cuando toman notas de clase escritas a mano, mientras que usar una computadora con un teclado puede ser más práctico cuando escriben un texto largo o un ensayo”, concluyó van der Meer.
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