Santo Domingo.- República Dominicana y Haití han entrado por nueva vez en un intercambio de declaraciones luego de que el primer ministro haitiano, Garry Conille, rechazara la invitación del presidente Luis Abinader de asistir a su ceremonia de toma de posesión durante el que sería su segundo mandato gubernamental, a celebrarse este viernes 16 de agosto.
Según, el ministro de Relaciones Exteriores de la República Dominicana, Roberto Álvarez, la invitación fue realizada a principios del mes de agosto, entendiendo que la ocasión sería una buena oportunidad para reiniciar el diálogo con las autoridades haitiana.
“El 1 de agosto, en conversación telefónica con la canciller de Haití, me preguntó que si no era necesario levantar el cierre del espacio aéreo para ellos poder viajar a la juramentación del presidente Abinader. Le respondí que toda solicitud de vuelo de las autoridades haitianas sería autorizada inmediatamente, al igual que las de los otros dignatarios invitados. Añadí que por motivos de seguridad, el espacio aéreo entre República Dominicana y Haití permanece cerrado para vuelos comerciales, pero no para vuelos oficiales, humanitarios o similares. Además, instruí al embajador dominicano visitar la Cancillería haitiana para reiterar lo anterior. No hay impedimento alguno para que las autoridades haitianas asistan a la juramentación del presidente Abinader. Hubiese sido un momento propicio para reiniciar el diálogo con el gobierno de transición”, escribió el ministro a través de su cuenta de X (antes Twitter).
Declaración que fueron respondidas por la canciller haitiana Dominique Dupuy respondió este martes que «la reapertura de la frontera entre Haití y República Dominicana no debe estar subordinada a las negociaciones».
Dupuy añadió que «cualquier solicitud de reapertura debe afectar a todos los ciudadanos, sin excepción, y concluyó que las autoridades haitianas no pueden beneficiarse de un privilegio al que el pueblo haitiano no tiene acceso».
Pese a que el Gobierno dominicano no ha dudado en alzar la voz por Haití ante los organismo internacionales mostrando solidaridad con su crisis, también durante el mandato de Luis Abinader, se han generado fricciones entre ambas naciones, derivadas de distintas causas como señalamientos racistas y la vulneración de los recursos naturales que comparten ambos países.
El ex canciller de Haití, Claude Joseph, fue destituido por el ex primer ministro haitiano Ariel Henry, el 25 de noviembre de 2021, cuando este anunciaba el nuevo gabinete para el país vecino. Las acciones de Joseph durante su periodo como canciller y primer ministro interino provocaron tensiones con República Dominicana.
El controversial ex canciller, había acusado a la República Dominicana de un presunto antihaitianismo, asegurando que los soldados dominicanos maltrataban a los inmigrantes haitianos, pero uno de los puntos de inflexión y desconexión entre Joseph y el Gobierno Dominicano, fue la carta que el excanciller envió al ex primer ministro Ariel Henry, en la que señalaba que el Río Masacre no nació en República Dominicana y que por tanto era necesario el reinicio de la obra que buscaba desviar el cauce y se reinició la intervención en el cauce parada por el fenecido Jovenel Moïse.
El 8 de septiembre de 2022, el Gobierno de República Dominicana prohibió la entrada al país del excanciller de Haití Claude Joseph y a otros 12 haitianos que lideraban de pandillas de ese país tras considerarlos una «amenaza» para la nación.
El 21 de noviembre de 2022, fueron las autoridades haitianas quienes cerraron la puerta binacional del paso fronterizo de Dajabón, como forma de protesta en rechazo a las repatriaciones masivas que realizaba el Gobierno dominicano.
En ese momento, se quejaban del supuesto trato inhumano que recibían sus compatriotas al ser detenidos por agentes de la Dirección Generación de Migración (DGM).
En diciembre de 2023, tras grandes donaciones de dinero y materiales como cemento y varillas, del lado haitiano continuaron con la edificación de un canal de riego que se alimentará del río Masacre.
Luego de varios días de trabajos con una retroexcavadora, los haitianos lograron crear un cauce desviando así el río Masacre, y continuaron con los trabajos de la obra de toma del canal para poder trasladar el agua del afluente a su territorio.
Esta nueva intervención haitiana en el cauce renovó las fricciones entre ambas naciones y el gobierno dominicano tomó medidas como represaría.
El 15 de septiembre de 2023 el presidente Luis Abinader informó que las fronteras dominicana tanto por vía terrestre, marítima como aérea estarían cerradas, como consecuencia de un conflicto generado por la ejecución, desde el lado haitiano, de un canal de riego en el río Masacre, división natural entre ambos países.
Al momento del cierre, el Gobierno dominicano advirtió que la continuación de la construcción de un canal de trasvase del Río Masacre era una insensatez, asegurando que era «una obra inadecuada, sin ningún tipo de ingeniería (…) una provocación que este Gobierno no va a aceptar».
El cierre de las fronteras así como la prohibición de visados, fueron reafirmadas por el dominicano mandatario el 3 de octubre de 2023, cuando informó que se mantendría el cierre completo de la frontera con Haití, agregando que no habrá flexibilización en cuanto al tema migratorio.
“Siempre hemos estado dispuesto a llegar a un acuerdo con nuestros vecinos, pero al no tener interlocutor, no tenemos con quien hablar (…) por eso hemos tomado esas medidas, para la seguridad nacional del país. Ese canal se construye sin tomar en cuenta estudios de medio ambiente ni técnicos, nada de eso existe, es un proceso anárquico (…) ese canal no estará listo en noviembre ni en diciembre, pero también se construye sin ningún permiso y lo hacen particulares; así no funcionan los países vecinos, que ellos vayan a la legalidad y nosotros a una parte de la normalidad”, expresó Abinader.
Más tarde, ante la creciente crisis de inseguridad en Haití, llegó la sugerencia de los organismos internacionales de que se abrieran en la República Dominicana campos para refugiados de ese país, así como el levantamiento de las deportaciones de los extranjeros a su país.
Al ser cuestionado sobre este tema, el presidente dominicano, Luis Abinader, aseguró que el gobierno no pararía las deportaciones a Haití ni autorizaría campos de refugiados, durante una breve entrevista en inglés con el periodista británico Stephen Sackur en el programa de la BBC HARDtalk.
«No, no lo haremos. Continuaremos haciendo y aplicando nuestras leyes y nuestra Constitución. Creo que la ONU es la que tiene que actuar más. Pienso que Estados Unidos ha perdido mucho tiempo, especialmente esa unidad para ayudar a Haití. Y llevamos más de tres años diciendo que Haití está entrando en el caos; que fuimos los primeros que usamos la palabra ‘somalización’ de Haití, y no pueden pedirle a República Dominicana que resuelva el problema haitiano», subrayó Abinader.
«No lo haremos y no podemos hacerlo. Creo que la ONU tiene que trabajar más. Y eso es lo que le hemos estado pidiendo a la ONU desde 2021», agregó el mandatario.
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