San Juan.- Las fuerzas de seguridad federales y estatales dieron este viernes un duro golpe a una violenta banda de narcotraficantes en Puerto Rico, que es sospechosa de una treintena de asesinatos y está acusada de distribuir todo tipo de drogas.
Las autoridades diligenciaron en esta jornada 42 órdenes de arresto contra miembros de la organización llamada «Hasta Los Marcian», que tenía su centro de operaciones en el municipio norteño de Manatí.
La responsable de la Oficina de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI, en inglés) para Puerto Rico, Rebecca González, detalló en rueda de prensa que 19 de estas personas ya estaban bajo custodia, 12 fueron detenidas este viernes y 11 siguen desaparecidas.
«Estas gangas se dedican a dañar y envenenar nuestras comunidades con el único objetivo de lucrarse», denunció González, quien aseguró que la organización «Hasta Los Marcian» es conocida por «su alto nivel de violencia».
El operativo, en el que han participado 12 equipos tácticos y más de 200 agentes, ha sido denominado «Young Blood» («Sangre joven», en español), debido a la edad de los arrestados, en su mayoría menores de 30 años.
«Pudimos desmantelar a la nueva generación de una organización narcotraficante muy violenta que viene robando la paz de estas comunidades», subrayó la agente de HSI.
Respecto a los once miembros de la banda que todavía no han sido detenidos, el comisionado de la Policía de Puerto Rico, Antonio López Figueroa, solicitó a la ciudadanía ayuda para dar con su paradero.
También aseguró que sus agentes van a trabajar con la Oficina de los Alguaciles Federales en Puerto Rico (US Marshals, en inglés) para capturarlos.
El operativo se puso en marcha después de que hace dos días un gran jurado federal en Puerto Rico emitiera una acusación formal contra los 42 pandilleros de Manatí por posesión y distribución de sustancias controladas y violaciones a la Ley de Armas, entre otros cargos.
La acusación alega que, desde 2016, la organización «Hasta los Marcian» distribuyó heroína, fentanilo, cocaína base (comúnmente conocida como «crack»), cocaína, marihuana, Tramadol y Clonazepam.
Para mantener el control de todas las actividades de narcotráfico dentro del área de Manatí, sus miembros hicieron uso de la fuerza, amenazas, violencia e intimidación.
La investigación reveló que los acusados y sus cómplices participaron en asesinatos y tiroteos, modificaron las armas de fuego para convertirlas en automáticas (ametralladoras) y, a veces, usaron chalecos antibalas para protegerse y se hicieron pasar por policías.
La organización también distribuyó cocaína a Estados Unidos continental, desde donde enviaban por otro lado por correo postal armas de fuego adquiridas legalmente.
Entre los detenidos y los que se encuentran en busca y captura hay líderes, proveedores, dueños de puntos de venta de drogas, ejecutores, corredores, vendedores, vigías y facilitadores.
Si son declarados culpables de los distintos cargos que se les imputan, podrían enfrentar desde una sentencia mínima de 10 años de cárcel a cadena perpetua. Además, todos enfrentan una acusación de decomiso de narcóticos de más de 31 millones de dólares.
En marzo pasado, otro operativo contra esta banda resultó en el arresto de Fabián López Pino, alias «Faby», quien fue identificado como uno de los líderes.
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