ANKAJRA.- Dos médicos han sido detenidos este viernes en Turquía después de la muerte de una mujer de 46 años de Turkmenistán que se había sometido a una operación intragástrica de neurotoxina botulínica para perder peso.
La fallecida, identificada como Aylar Korhanova, es una de las decenas de pacientes que empeoraron después de someterse a operaciones similares en Estambul, según el canal NTV.
Korhanova fue operada el 25 de febrero y recibió el alta poco después. El 4 de marzo se sintió mal y la hospitalizaron, después fue trasladada a cuidados intensivos y falleció ayer.
Los familiares de la fallecida han denunciado a los médicos que realizaron la cirugía y a la dirección del hospital. El cuerpo de Korhanova se encuentra en el Instituto de Medicina Forense de Estambul para la autopsia.
Dos médicos han sido arrestados acusados de «homicidio por negligencia». Los dos doctores ya habían sido detenidos días antes al inicio de la investigación por efectos secundarios en los pacientes, pero fueron puestos en libertad poco después.
El Centro Europeo para el Control de Enfermedades (ECDC) cifra en 67 los casos de botulismo vinculados a la inyección intragástrica de la neurotoxina botulínica, de los que 53 se registran en Turquía, 12 en Alemania, 1 en Austria y 1 en Suiza.
Los casos se detectaron entre finales de febrero y el 10 de marzo de 2023 y todos están asociados a la inyección intragástrica de toxina botulínica.
La mayoría de los casos, 60, están vinculados a un centro privado de Estambul, y tres a otro de Izmir.
La prensa turca indica que esa controvertida operación con bótox se realiza en hospitales públicos y privados turcos a pesar de que la agencia estadounidense de medicamentos advierte del riesgo de ictus, parada respiratoria y crisis cardíaca.
Las operaciones de botox intragástrico tienen como fin ralentizar la digestión, pero numerosos investigadores alertan de los grandes riesgos asociados y, además, no se consigue perder peso.
El ministro de Sanidad, Fahrettin Koca, aseguró el pasado día 11 que se habían inspeccionado los centros de Estambul y de Izmir donde se aplicaron los tratamientos en los que se detectaron efectos secundarios.
«Se han suspendido las actividades de las unidades relevantes de ambas instituciones de salud y se ha iniciado una investigación contra las personas pertinentes», señaló el ministro.
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