Al enviar al congreso la propuesta de reforma fiscal, el presidente Danilo Medina la hace acompañar de una comunicación donde define con claridad meridiana el porqué de la necesidad de la misma. Es una carta sincera, humilde, juiciosa, que dibuja con honestidad la estirpe y la convicción social y humana de Danilo como estadista y como líder de la nación.
Por su trascendencia, voy a permitirme reproducir para mis lectores los conceptos principales de esa comunicación: “Es importante precisar que esta no es una reforma tributaria del Gobierno ni para el Gobierno. Estamos ante un proyecto de nación, que se ha realizado teniendo en cuenta las observaciones y sugerencias de todos los sectores de la sociedad. Es la reforma que todos necesitamos y que nos beneficiará a todos, especialmente a los que más lo necesitan. Porque detrás de esta reforma, no lo olvidemos, no hay sólo números. Lo que está en juego con su aprobación es la economía, la salud, la seguridad, la generación de empleos, los programas sociales, las viviendas, las carreteras.
“La reforma tiene cuatro objetivos: 1ero. Hacer justicia. La reforma persigue una distribución más justa de la carga tributaria, es decir, que paguen más los que están en capacidad de hacerlo y que esos ingresos contribuyan al desarrollo de quienes menos tienen. 2do. Combatir la evasión y el contrabando. Nuestro país, y por tanto nuestro pueblo, pierde millones de pesos anualmente a causa de estas prácticas fraudulentas. Trabajando con firmeza y determinación para hacer que todos cumplan con sus obligaciones lograremos ser una economía justa y competitiva. 3. Estimular la formalización de amplios sectores de la economía. Debemos incorporar miles de microempresas, trabajadores informales y profesionales independientes a la economía formal. 4. Cumplir con las metas de desarrollo al país. El compromiso más firme del Gobierno es garantizar que todos los fondos recaudados se destinarán a servir al pueblo dominicano, con eficiencia y transparencia.
“La propuesta sometida al Congreso busca aumentar las recaudaciones en un monto equivalente a 1.9% del producto interno bruto, que combinado con medidas de racionalización, congelamiento y reducción del gasto, permitirán al Gobierno disponer de recursos para avanzar progresivamente en la solución de los problemas prioritarios en materia de desarrollo. Tal es el caso de los recursos a la educación preuniversitaria hasta alcanzar el 4%.
“En lo concerniente a elevar la calidad, eficiencia y transparencia del gasto público, el Gobierno ha venido adoptando medidas orientadas en esa dirección desde el primer día. En ese sentido, cabe mencionar el decreto 499-12, del 22 de agosto de 2012, así como la disposición gubernamental que transfiere el manejo de los permisos de importación de los productos considerados en la rectificación técnica a la Bolsa Agropecuaria de la República Dominicana, el decreto que centraliza todas las compras de medicamentos del sector salud en el Programa de Medicamentos Esenciales (Promese) y el decreto que elimina los planes de pensiones complementarios en el sector público, entre otras medidas.
“Lo cierto es que no podremos transformar el país, reducir la pobreza y sacar a miles de familias de la desesperanza y el desempleo si no contamos con los recursos necesarios, si no ponemos todos nuestro granito de arena. Por eso, le solicito a cada uno de los miembros del Congreso y a todo el pueblo dominicano que se lleven la mano al corazón y piensen si no merece realmente la pena este sacrificio que vamos a realizar juntos. Hagamos, entre todos, lo que nunca se ha hecho. Construyamos la República Dominicana que deseamos y merecemos”.
Euri Cabral
Es economista y comunicador
Euricabral07@gmail.com
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