Seguimos siendo una sociedad conservadora y alejada del progresismo que determina el desarrollo de una nación.
Santo Domingo.– El nuevo Código Penal es un paso hacia adelante en comparación con el que teníamos del siglo 19, esto independientemente de la ambigüedades e interpretaciones que el mismo pueda tener; lo que también debemos reconocer es que permanece una deuda pendiente con la ganancia de derechos.
Solo cuando los políticos dejen de sobrevalorar el poder de las iglesias saldaremos esa deuda y entre otras cosas habrá una ley especial que despenalice el aborto con las tres causales; Seguimos siendo una sociedad conservadora y alejada del progresismo que determina el desarrollo de una nación.
La cuestión está en que todavía en el espectro político hay hombres y mujeres con tintes cavernícolas cuyas ideas se asemejan a los tiempos de los palos y las piedras; ellos son los instrumentos que representan la involución y el “poder” sobreestimado del patriarcado religioso.