REDACCIÓN. – Así como existe el Día de las Madres, Día del Padres y Día de los Abuelos, los hermanos también merecen su propia jornada. Hoy 5 de septiembre se celebramos el Día Mundial del Hermano, para rendir homenaje a uno de nuestros familiares más cercanos, con los que crecemos, compartimos techo e incluso, en algunos casos habitación, ropa, y confidencias.
Aunque no es una festividad oficial en todos los países, cada vez más personas alrededor del mundo aprovechan esta ocasión para celebrarlo con sus hermanos y hermanas, recordando la importancia de los lazos familiares y la influencia que estos tienen en nuestro desarrollo y bienestar emocional.
Esta efeméride no solo hace referencia a los hermanos por afinidad consanguínea, sino aquellas relaciones fraternales que demuestran solidaridad, unión, afecto e incondicionalidad.
La palabra hermano se origina del latín «germanus» (germen), que a su vez proviene de la palabra gigno, que significa verdadero y exacto.
Un hermano o hermana se refiere a dos o más personas que están genéticamente emparentadas por vínculos consanguíneos o de afinidad, que comparten uno o ambos padres. Es una de las relaciones de parentesco más importantes, definida por una fuerte conexión emocional.
En la mayor parte de las culturas del mundo los hermanos crecen en convivencia en las etapas de la infancia, la adolescencia y la juventud, recibiendo la misma educación y formación.
Por otra parte, se consideran hermanos a aquellas personas que no tienen vínculos consanguíneos entre sí, manteniendo una relación cercana y afectuosa. Asimismo, algunas religiones denominan hermanos a las personas que la integran.
La elección de este día se debe a la fecha de fallecimiento de la Madre Teresa de Calcuta, quien dedicó su vida a realizar varias obras sociales por todo el planeta.
Esta mujer de origen albanés y posteriormente nacionalizada india, fue la fundadora de la congregación de las Misioneras de la Caridad en Calcuta, en el año 1950. Junto a sus hermanas religiosas llevó paz y sosiego a muchas personas necesitadas y desamparadas en el mundo.
Aunque en la mayoría de los países se utiliza la fecha para celebrar junto a los hermanos de sangre o de crianza, esta fecha también se refiere a la hermandad espiritual, los hermanos religiosos con los que se comparte la misma creencia o fe.
En varios lugares del mundo, la celebración de esta efeméride se extiende hacia otras personas que no son nuestros hermanos de sangre, porque, al fin y al cabo, tomos somos hermanos fraternales.
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