Diciembre trae consigo el esperado doble sueldo en República Dominicana, tanto para empleados públicos como privados.
Fechas de pago, cómo se gasta y el impacto de los gastos de temporada en el bolsillo de los dominicanos
Santo Domingo.– Diciembre arrancó con la misma pregunta de todos los años: “¿Cuándo pagan el doble?” Y no es para menos. Entre bonos, regalías y compromisos atrasados, este mes se convierte en el gran respiro o el gran dolor de cabeza para miles de empleados públicos y privados.
El Gobierno ya empezó a liberar el dinero para el sector público, mientras que las empresas privadas agilizan para cumplir antes del 20 de diciembre, como manda la ley.
En algunos negocios, especialmente los más pequeños, todavía hay tensión. Los empleados cruzan los dedos para que no salgan con la famosa frase: “Estamos esperando un cobro, te avisamos mañana.”
Pero aunque el doble sueldo llega completo, el bolsillo no siempre lo siente igual. Con el aumento de precios típico de la temporada desde la carne de cerdo hasta el cartón de huevos muchos dominicanos dicen que el dinero “se va como agua”.
Para colmo, diciembre trae compromisos que no perdonan: regalitos de los muchachos, cena familiar, intercambios, ropa nueva, pintura de la casa… y el inevitable “vamos a juntarnos aunque sea un ratico”.
Los economistas señalan que, en promedio, más del 60% del doble sueldo se va en deudas acumuladas durante el año. El resto termina en gastos propios de la temporada. La realidad golpea a muchos: el bono no es ahorro, es recuperación.
Aun así, diciembre mantiene su encanto. La gente se anima, el país se mueve y el dinero circula más rápido. Los colmadones se llenan, las plazas se abarrotan y los tapones se multiplican.
Al final, diciembre siempre trae esa mezcla rara de alivio y presión. El dinero entra, pero sale casi con la misma velocidad.
Aun así, este es el momento perfecto para frenar un poco, revisar qué deudas realmente importa saldar y decidir qué parte del bono se puede guardar para que enero no llegue con la correa en la mano.
No es fácil, pero un poco de orden hace que el doble sueldo rinda más de lo que uno cree.