Dominicana en Gráficas: Pedro Mir, un ícono de la poesía dominicana

Hijo del cubano Pedro Mir y la puertorriqueña Vicenta Valentín Mendoza. La temprana muerte de su madre en 1917 le dejó un profundo sentido de ausencia que luego él mismo afirmaría que fue el origen de su vocación poética.

SANTO DOMINGO.- Un día como hoy, hace 22 años, falleció Don Pedro Julio Mir Valentín, nacido en el Ingenio Cristóbal Colón, cerca de San Pedro de Macorís, el 3 de junio de 1913.

Hijo del cubano Pedro Mir y la puertorriqueña Vicenta Valentín Mendoza. La temprana muerte de su madre en 1917 le dejó un profundo sentido de ausencia que luego él mismo afirmaría que fue el origen de su vocación poética.

A principios de la década de 1930, Pedro Mir empieza a escribir sus primeros poemas, mostrándolos a amigos y relacionados. Uno de esos amigos decide, llevar unos versos al escritor Juan Bosch. La fibra poética natural del autor llama la atención de Juan Bosch, pero éste desestima los versos diciendo que el poeta tiene talento pero debería «dirigir los ojos a su tierra».

Enterado Pedro Mir, decide escribir sus primeros poemas de corte social y esta vez enviárselos a Juan Bosch él mismo. Bosch no contesta, sino que publica los versos en su sección del Listín Diario, con el llamativo título que luego sería una profecía: ¿Será este muchacho el esperado poeta social dominicano? Pedro Mir continúa escribiendo y se gradúa de doctor en Derecho por la Universidad Autónoma de Santo Domingo en 1941. Sin embargo, la presión de la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo se hace insoportable, para quien escribía poesía social.

Considerado un desafecto al régimen, recibe amenazas hasta que marcha hacia Cuba en 1947, un exilio que se prolongaría hasta la caída del régimen del tirano.

En 1949, viviendo precariamente en Cuba, es expuesto a la luz su conocido poema “Hay un país en el mundo”, el cual ha sido traducido a varios idiomas.

Regresa a la República Dominicana en 1962, durante el gobierno de Juan Bosch. Tras la caída del gobierno de Bosch y seriamente afectado en su salud, viaja fuera del país, estableciéndose con su familia en la capital dominicana en 1968, dedicándose a la cátedra en la Universidad Autónoma de Santo Domingo durante varias décadas..

En 1975, su poema «El Huracán Neruda» le mereció el Premio Anual de Poesía.

En 1984, el Congreso Nacional de la República Dominicana lo declaró Poeta Nacional de la República Dominicana.

En su honor la UASD fundó la Biblioteca Pedro Mir. Don Pedro falleció a los 87 años de una larga y fuerte dolencia pulmonar en Santo Domingo, rodeado de su familia, el 11 de julio de 2000. Su prolífica obra es el legado de aquel que fue, el más grande poeta de nuestra historia contemporánea.