SANTO DOMINGO, República Dominicana.- A diez años del accidente aéreo del vuelo 587 en Nueva York, que cobró la vida de cientos de dominicanos, familiares de las víctimas aun no se superan de la tragedia.
Josefina Pimentel conserva como un tesoro la foto de su hermana melliza, que murió en el trágico accidente aéreo del 12 de noviembre de 2001.
Ramona Amparo Pimentel fue una de los 265 tripulantes del vuelo 587 que quedó completamente irreconocible.
Pero reacios se muestran otros familiares de las víctimas que prefieren no revivir ese hecho, que aún mantiene en luto sus vidas, a una década del siniestro.
Dos meses después del atentado de las torres gemelas, un airbus A300, cargado de dominicanos, se estrelló en picada minutos después de su despegue, por fallas técnicas en uno de sus pedales; se trata del segundo peor accidente aéreo de Estados Unidos.
Aproximadamente 45 pasajeros del avión eran oriundos de la provincia Peravia.
En la víspera de la conmemoración de los diez años del accidente, se daban los retoques finales al monumento donde se realizará una ceremonia en honor a los fallecidos.
Este sábado simultáneamente se celebrarán varias misas en el país y en Nueva York para recordar a las víctimas del vuelo 587.
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