REDACCIÓN.- Los tres economistas liberales considerados como responsables por la estabilización de la economía brasileña en 1995 y que apoyaron a Luiz Inácio Lula da Silva en las presidenciales de octubre lo alertaron este jueves sobre la necesidad de que se comprometa con la responsabilidad fiscal.
La alerta fue hecha en una carta abierta publicada hoy en la edición digital del diario Folha de Sao Paulo y luego de que el presidente electo de Brasil insistiera en que la prioridad de su Gobierno será la responsabilidad social por encima de la responsabilidad fiscal.
La carta fue suscrita por el exministro de Hacienda Pedro Malan, por el expresidente del Banco Central Arminio Fraga y por el expresidente del banco de fomento al desarrollo Edmar Bacha, considerados como los padres del Plan Real, el programa de ajuste económico que en 1995 puso fin a décadas de inflación fuera de control en Brasil.
Los tres economistas anunciaron su apoyo al líder progresista en las elecciones presidenciales de octubre pero este jueves lo alertaron sobre las consecuencias de anuncios de la futura política económica que vienen provocando turbulencias en el mercado.
El dirigente del Partido de los Trabajadores dijo este jueves que hay que tener «paciencia» si la bolsa de Sao Paulo se desploma y si el dólar se aprecia con fuerza porque la prioridad del Gobierno que asumirá en enero próximo será resolver los problemas sociales del país, para lo que necesitará aumentar los gastos públicos.
La víspera su equipo de transición presentó a consideración del Congreso una propuesta de enmienda constitucional que le permitiría al Gobierno de Lula superar en 175.000 millones de reales (unos 33.654 millones de dólares) el techo de los gastos públicos previsto para 2023, para poder aumentar el subsidio que se distribuye entre los más pobres.
Tanto la declaración del líder progresista como la propuesta de su equipo reforzaron los temores de los inversores de que la gestión de Lula aumentará significativamente los gastos públicos y podrá agravar el ya abultado déficit fiscal del país y la enorme deuda pública.
«La responsabilidad fiscal no es un obstáculo a su noble deseo de responsabilidad social», afirmaron los padres del Plan Real.
Los tres economistas dijeron que comparten las «preocupaciones sociales» del presidente electo y están de acuerdo en que no se puede «convivir con tanta pobreza, desigualdad y hambre en Brasil», pero alertaron que el desafío es adoptar soluciones que «no creen problemas mayores que los que queremos resolver».
Agregaron que la subida del dólar y la caída de la bolsa no son «producto de la acción de un grupo de especuladores malintencionados», como alega Lula, sino el reflejo de «los temores de los proveedores de crédito de que el país pueda ser visto como un mal pagador».
Según los economistas, la imposición de un techo para los gastos públicos no busca reducir el dinero destinado a la educación y la salud para pagarle «intereses a los banqueros ambiciosos» ni es una «conspiración para desmontar el área social».
Agregaron que el futuro Gobierno tiene que tener en cuenta que la apreciación del dólar provoca una reducción del poder de compra de los salarios por la inflación que genera y que la bolsa de valores es una «fuente relevante de capital para inversión real» que financia el crecimiento».
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