REDACCIÓN.– Los estadounidenses Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC, en inglés) creen que un adenovirus «pudo causar» los nueve casos de hepatitis infantil grave registrados en Alabama, el estado desde donde se han levantado las alarmas sobre esta enfermedad.
En un estudio dado a conocer este viernes, los CDC indicaron que, pese a que es posible que un adenovirus sea el motivo de la hepatitis infantil grave en Alabama, dado que los pacientes dieron positivo en las pruebas para detectar este virus, no descartan otros factores que están investigando.
Lo que sí que han determinado es que la enfermedad no fue ocasionada por el virus de la hepatitis A, B o C, ni por una infección de SARS-Cov-2 que origina la covid-19.
También han descartado que se trate de una hepatitis autoinmune o de la enfermedad de Wilson (un trastorno hereditario que provoca una acumulación excesiva de cobre en los órganos).
El tipo de adenovirus que se encontró en la mayor parte de los pacientes es el 41, que se contagia principalmente por la vía oral-fecal, afecta sobre todo al intestino y es una causa común de gastroenteritis aguda, con diarrea, fiebre y síntomas respiratorios.
Los CDC han llevado a cabo este estudio sobre la información que han recibido de 9 casos de hepatitis infantil grave en menores de entre 1 y 6 años —7 de ellos niñas— desde el otoño pasado en Alabama, de los cuales algunos mostraron una insuficiencia hepática aguda.
Todos ellos se han recuperado, pese a que dos han tenido que ser sometidos a un trasplante de hígado.
El informe de los CDC se centra en Alabama, dado que es donde se levantaron las alarmas en EE.UU. sobre la hepatitis infantil grave que ha aparecido también en otros países del mundo.
La semana pasada, los CDC emitieron una alerta aconsejando a los médicos de EE.UU. que se fijen en los casos de hepatitis que sean poco habituales.