Redacción.- Según un nuevo ensayo publicado esta semana, el ayuno intermitente no puede ofrecer mucho más que una dieta tradicional para perder peso.
El estudio encontró que las personas que vivían en China a las que se les dijo que ayunaran mientras hacían dieta perdieron peso durante un año, pero no significativamente más que aquellas a las que se les dijo que hicieran dieta como de costumbre. Tampoco hubo diferencias significativas en otras medidas relevantes, como cambios en la grasa corporal o factores de riesgo metabólicos.
El ayuno intermitente se ha convertido en una forma popular de perder peso. Los defensores afirman que al restringir las comidas a ciertas horas, puede quemar mejor las reservas de grasa del cuerpo. Algunos defensores dicen que facilita que las personas limiten las calorías que comen diariamente. Hay varios métodos de ayuno, pero los más populares incluyen comer muy poco durante dos días a la semana, luego normalmente el resto de la semana, o comer solo durante el día.
Ha habido algunas investigaciones que sugieren un beneficio adicional del ayuno intermitente sobre la dieta tradicional. Pero gran parte de los datos provienen de estudios en animales o de estudios observacionales o de corta duración en personas. Este nuevo ensayo, publicado en el New England Journal of Medicine, parece proporcionar una prueba más rigurosa de su eficacia.
El estudio involucró a 139 voluntarios con un índice de masa corporal entre 28 y 45 (un IMC superior a 25 se considera sobrepeso y un IMC superior a 30 es obesidad). Fueron aleatorizados en dos grupos. A cada grupo se le dijo que restringiera sus calorías para el próximo año, con 1500 a 1800 calorías diarias recomendadas para hombres y 1200 a 1500 calorías diarias para mujeres. Pero a un grupo se le indicó además que solo comiera entre las 8:00 a. m. y las 4:00 p. m. Ambos también recibieron batidos nutricionales durante los primeros seis meses y asesoramiento durante todo el año para ayudarlos a cumplir con la dieta.
Al final del estudio, 118 voluntarios habían completado la prueba. Aquellos que hicieron ayuno intermitente perdieron un promedio de 8 kilogramos desde el inicio, en comparación con los 6.3 kilogramos perdidos por el grupo de dieta de control, una diferencia que no fue estadísticamente significativa. De manera similar, no hubo diferencias importantes en cómo cambiaron otros factores durante el año, incluida la circunferencia de la cintura de las personas, su nivel de grasa corporal, presión arterial y niveles de glucosa y lípidos (todos los cuales habían mejorado desde el inicio). Los eventos adversos leves, como fatiga, mareos y dolores de cabeza, también fueron comunes entre los grupos.
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