El Congreso Nacional requiere una reingeniería, una reestructuración, con el fin de mejorar sus beneficios; necesitamos que se concentre en su misión, que sea más eficiente y menos costoso. Compuesto por un Senado y una Cámara de Diputados, tiene 222 legisladores; 32 senadores y 190 diputados, incluyendo 7 de ultramar. Su misión es legislar a favor del bien común, fiscalizar, esto es, preservar el patrimonio nacional y representar al pueblo. Sin embargo, muchos solo piensan en su bienestar, y por el sistema, violan las leyes.
¿Qué hacer para que se concentren en su misión? Debemos reducir la cantidad de legisladores; su elevado número, impide trabajo eficiente, de calidad; debemos ponderar los criterios para elegirlos; evitar que ocupen una curul, los “hijos de papi” que logran su primer empleo y actúan como alumnos en clases; los que persiguen evadir la justicia; los que solo buscan poder, dinero, vida holgada, exoneraciones, prebendas, ¡el barrilito! Los de ultramar, no son necesarios. Quizás proceda establecer una sola cámara, pues la del Senado y los Diputados, comparten las mismas atribuciones.
Los legisladores deben concentrarse en su delicada e importante misión de legislar, fiscalizar y representar, para lograr el desarrollo armónico, equilibrado y humano de la nación. Necesitamos “cerebros bien amueblados”, de amplia visión, que piensen en el desarrollo integral, en la paz social; capaces de hacer leyes ajustadas a la realidad; que sean celosos guardianes de su cumplimiento, para frenar y erradicar la corrupción e impunidad.
Lamentablemente, los legisladores violan las leyes; como cuando se auto asignan millones de pesos en un “barrilito o cofrecito”, bonos para madres, navidad, etc.., que les dan la ventaja de estar, permanentemente, en campaña política, dizque con “ayudas sociales”; violan las leyes, cuando, paralelamente, ejecutan actividades que corresponden a otros organismos. Si una persona o comunidad le solicita ayuda, pueden dársela, pero con dinero de su bolsillo o enviarlo a la institución encargada de esa misión, pero no tener un presupuesto paralelo para esos fines. Necesitamos leyes que beneficien el pais, pero los legisladores dedican más tiempo a “obras sociales”, viven en campaña, cuidando su espacio político; quizás tienen proyectos de leyes, pero se dedican a “reparar” las existentes, formando comisiones, a cuyos miembros les pagan extra; reorganizándose, pueden decidir en conjunto. Mientras, buscan entregar reconocimientos, rendir homenajes y viajar mucho; descuidan legislar, fiscalizar, razón por la cual aumenta la corrupción.
Urge hacer una reingeniería al Congreso Nacional: reducir el número de sus miembros, para que sean eficientes, que piensen en el bienestar nacional; por ser tantos, suelen buscar excusas para no asistir, juegan con el tiempo. Urge eliminar el barrilito, que los mantiene, descuidando su misión y en áreas que no le corresponden. Necesitamos legisladores, que eduquen con el ejemplo; pues solo así, podemos esperar leyes que beneficien la población.
Pido a Dios, que los actuales congresistas, se detengan a hacer una reingeniería al Congreso Nacional, en la forma y el fondo, de manera tal, que los concentre en cumplir su misión, en beneficio de la nación.
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