El déficit y el aumento del gasto son objetivos contrapuestos", afirma el economista Magín Díaz
Magín Díaz indicó que, por más luchas contra la evasión que quiera hacer el gobierno, en el corto plazo no dará los recursos que se necesitan, lo cual no evitara el aumento de los impuestos.
Actualizado: 22 de Julio, 2025, 11:39 PM
Publicado: 03 de Octubre, 2024, 11:02 PM
Redacción.- Esta vez parece que no nos salvamos de la Reforma Tributaria.
¿Por qué ahora y para qué?
El economista Magín Díaz explicó en el segmento Panorama Económico que, el gobierno ha sido muy claro desde hace meses, incluso antes de las elecciones, de que se necesita en el país una reforma tributaria que aumente considerablemente la recaudación.
“Lo intento en el año 2021, pero no había las condiciones estábamos saliendo del covid, pero las condiciones fiscales no han cambiado, hay un déficit importante de unos 20 mil millones de pesos”, expresó el economista.
Magín dijo que al gobierno no le dan las recaudaciones para el gasto que quiere implementar y que ya ha identificado 110 mil millones de pesos adicionales para aumentar el gasto público en salud, seguridad ciudadana, más transferencias a Banco Central y mayores gastos en infraestructuras.
“Las principales razones son: bajar el déficit o controlarlo, pero también aumentar el gasto, y estos objetivos son tristemente contrapuestos”, explicó Magín.
¿Por qué aumentar los impuestos si el mismo Gobierno ha dicho que la evasión es alta y no ha bajado en los últimos años? ¿No es mejor reducir la evasión?
“La lucha contra la evasión y el fraude tributario es una lucha diaria, los datos indican que en los últimos años no ha habido grandes avances en la lucha contra la evasión en las recaudaciones en términos relativos”, explicó Magín.
El economista indicó que, por más luchas contra la evasión que quiera hacer el gobierno, en el corto plazo no dará los recursos que se necesitan, lo cual no evitara el aumento de los impuestos.
Estefany Rosado
Este domingo, Israel vive una jornada histórica bajo el lema “Israel en pausa”, una convocatoria liderada por las familias de los rehenes retenidos en Gaza. El llamado, que comenzó desde el amanecer, busca interrumpir la rutina diaria para presionar al Gobierno y lograr un acuerdo que conduzca a la liberación de los cautivos.
Desde las 07:00 hora local (04:00 GMT), miles de ciudadanos se alinearon en cruces viales y espacios públicos, mientras que en Tel Aviv, la Plaza de los Rehenes se convierte en el corazón de las manifestaciones.
Se estima que al menos un millón de personas se harán sentir con marchas constantes, actos de oración y un gran acto final a las 20:00 (17:00 GMT), frente al cuartel general de las Fuerzas Armadas israelíes.
La iniciativa ha recibido respaldo amplio: universidades como la Hebrea de Jerusalén, el Technion de Haifa y la Universidad Abierta permiten la participación de estudiantes y personal.
También se han sumado empresas tecnológicas como Wix, HoneyBook y Fireblocks, así como la Asociación de Abogados de Israel. En contrapartida, la principal federación sindical del país, la Histadrut, no se adhiere oficialmente al paro, aunque apoya a aquellos trabajadores que decidan unirse voluntariamente.
El trasfondo de esta convocatoria es el creciente malestar por la falta de avances en las negociaciones para liberar a las casi 50 personas aún retenidas en Gaza, de las cuales solo se cree que unos 20 siguen con vida.
En paralelo, el gobierno anuncia un nuevo plan militar: se prepara la redistribución de población en Gaza, y se espera el traslado de civiles hacia el sur, acompañada de la entrega de tiendas de campaña a través del cruce de Kerem Shalom.
Este paro nacional conmueve al país y refleja cómo, tras más de 22 meses de conflicto, la sociedad israelí vuelve a levantarse en una reclamada de humanidad y solidaridad, en defensa de sus ciudadanos cautivos y en búsqueda de una salida que evite una escalada aún más dramática.
Contexto y repercusiones del paro nacional en Israel
La movilización, bautizada como “Israel en pausa”, ha encendido alarmas sobre el impacto económico del conflicto prolongado.
En medio de la guerra, estimaciones recientes indican que el costo acumulado para la economía israelí podría alcanzar entre US $55 mil millones y US $67 mil millones para el año 2025, debido a la caída del consumo, los retrasos en la actividad productiva y las perturbaciones en el empleo.
En paralelo, la frontera sur de Gaza se encuentra en plena transformación, con el Ejército israelí implementando planes de reubicación de civiles hacia el sur y distribuyendo tiendas de campaña mediante el cruce de Kerem Shalom.
Esta operación coincide con la anticipada ofensiva sobre Gaza City, lo que ha generado inquietud entre la comunidad internacional y las familias de los rehenes, que temen por la seguridad de quienes continúan cautivos y exigen soluciones inmediatas antes de que la situación se torne irreversible

