MÉXICO.- En su etapa como novato en las sucursales de los Chicago Cubs, el dominicano Junior Lake aprendió al observar cómo su compañero Billy Hamilton llegaba a tercera base sin dar imparables y que robar almohadillas ayuda a ganar campeonatos.
«Hamilton fue uno de los que pude ver en vivo, era fácil para él robarse bases. Me motivó a imitarlo ya que no sacaba la bola del cuadro y en un rato ya estaba en tercera; me demostró que robando bases se puede ganar un campeonato», explicó este domingo a Efe el jardinero central de los Toros de Tijuana, campeones de la Liga Mexicana de Béisbol (LMB).
La destreza de Hamilton llevó a Lake a entender que para ser pelotero profesional no solo debe ser un buen atleta sino desarrollar una inteligencia que permita adelantar a los rivales para provocar fallas.
A los 32 años, Lake es reconocido como uno de los jugadores de la LMB con más intelecto en el campo, algo que le permitió el pasado 29 de abril convertirse en el segundo pelotero en la Liga en estafarse tres bases de forma consecutiva sin un outs de por medio.
En un juego entre los Toros y los Mariachis de Guadalajara, Lake se estafó la segunda y tercera base, además del home, al aprovechar una formación especial defensiva de su rivales que dejó libres las dos últimas almohadillas que se robó.
«Para robar bases se requiere velocidad, inteligencia y no irse por ir, sino cuando el lanzador dé el tiempo adecuado, hay que reconocerlo porque la base no se la robas al receptor, sino al pitcher. No solo es ser rápido, hay veloces que no se roban las bases y muchos inteligentes que sí», añadió Lake.
El jardinero lamentó que en el béisbol moderno ya no se valore el robo de bases y que desde 2017 en las Grandes Ligas, en las que Lake estuvo por cuatro temporadas, la cantidad de hurtos vaya a la baja.
«Robarse bases es importante para el bateador. El lanzador no quiere que le robes la base, entonces tirará más rectas porque es el lanzamiento más rápido que no le dará oportunidad al corredor de robarse la base y el bateador pueda ejecutar.», señaló.
El oriundo de San Pedro de Macorís afirmó que en sus primeros años en los Cubs, la misma organización era la que le empujaba no sólo a robarse bases, sino a practicar una pelota atrevida.
Lake consideró que la sabermetría (estadísticas avanzadas) ha llevado a preferir los jonrones sobre cualquier otra jugada del béisbol pequeño.
El dominicano admitió que él no sigue lo que le dice el equipo de estadísticos de los Toros porque prefiere concentrarse en las reacciones que tienen sus contrincantes para saber cómo estar un paso adelante de ellos.
«La sabermetría ha alejado muchas cosas del juego, ha favorecido algunas, pero desfavorecido otras. No nos podemos olvidar de jugar el juego, no todo el tiempo es sabermetría», sentenció.