REDACCIÓN INTERNACIONAL.- El motor de búsqueda Google rinde este lunes homenaje al cineasta ruso Sergei Eisenstein, conocido por ser un revolucionario por sus preceptos y teorías sobre el montaje como medio para potenciar las emociones de las escenas que rodaba, unas pautas que fueron fundamentales en el cine posterior.
Se cumplen 120 años del nacimiento de Eisenstein, (23 de enero de 1898- Moscú, 11 de febrero de 1948) y el buscador ha diseñado uno de sus doodles para recordarle, un dibujo animado en el que se le ve revisando una cinta, en la que se pueden ver escenas de una de sus obras maestras, El acorazado Potemkin.
Sergei Eisenstein provenía del teatro, arte que abandonó en favor del cine cuando éste comenzó a ser popular. Encuadrado en el realismo soviético, produjo un limitado número de películas que extendieron en el mundo no sólo sus vanguardistas teorías del montaje sino también las nuevas ideas revolucionarias.
El acorazado Potemkin cuenta el levantamiento de la marinería de un buque de guerra contra sus despóticos mandos. La historia está contada en planos cortos, lo que imprime a la acción un intenso ritmo interior. Las dramáticas imágenes de la matanza de la escalinata, en que hay una distensión del tiempo, han pasado a la antología de las mejores secuencias del cine. Además, es también la primera película en la historia del cine que no tiene protagonista individual, es todo un colectivo quien protagoniza el filme.
Sus siguientes películas, Octubre, sobre los sucesos del asalto al Palacio de Invierno durante la Revolución rusa de 1917 y Lo viejo y lo nuevo, sobre la reforma agraria, ya comenzaron a verse marcadas por el ferreo control político imperante en la Unión Soviética, que le obligó, por ejemplo, a eliminar a León Trotski de Octubre, tras ser éste señalado y perseguido por Stalin.
Tras su paso por Europa, a donde acudió para conocer los avances sobre el cine con sonido, se trasladó a Estados Unidos, donde se le acogió como una celebridad, aunque fue obligado a jurar respeto a la constitución estadounidense, algo que le haría sospechoso a ojos de Stalin para el resto de sus días y que le valió numerosos problemas posteriores.
Tras varios proyectos frustrados por la caza de brujas contra los comunistas en EE UU, Eisenstein se trasladó a México, donde en un primer momento fue encarcelado junto a sus colaboradores y aunque posteriormente se le reconoció su valía artística, las presiones políticas generadas por su origen ruso frustraron también sus proyectos en México.
Tras volver a la Unión Soviética fue férreamente vigilado por el gobierno y de hecho, Eisentein fue aconsejado por el propio Stalin sobre cómo debía desarrollar la segunda parte de su película Iván el Terrible, que incluso con la intervención del dictador, fue prohibida en 1946 por condenar la tiranía y revelar los crímenes de ese zar ruso.
La obra de Sergei Eisenstein y sus tratados sobre el montaje en el cine influyó en numerosos cineastas posteriores, como por ejemplo en Stanley Kubrick, en cuya carrera como fotógrafo se dibuja ya su capacidad narrativa y la influencia que tuvieron en él directores como el alemán Max Ophuls o el propio Eisenstein.
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