Desde mi punto de vista de vista el aspecto fundamental que diferencia al PLD del PRD es que en el primero sus líderes principales han entendido que, sin importar las circunstancias, los intereses generales debe estar por encima de los intereses particulares. Muchos pensaron que por las difíciles situaciones que ha estado viviendo el PLD con el desarrollo de su congreso, la unidad de ese partido se vería afectada y se producirían grandes enfrentamientos entre danilistas y leonelistas. Pero no fue así.
Pese a que el danilismo ha logrado imponer su fuerza en los procesos de elección de los nuevos miembros del comité central y del comité político, las aguas del enfrentamiento absurdo e irracional no ha tocado las puertas del PLD. Hay disgustos, como es lógico, hay sinsabores, como es muy lógico, pero al final de la jornada todos asumen la disciplina y respetan las normas establecidas aunque entiendan que las cosas no se han manejado lo mejor posible. Un ejemplo sintomático de eso que afirmo fue la reacción del senador Felix Bautista al ser derrotado en su pretensión de ir al comité político, ya que en vez de ponerse a decir improperios o acusar de fraude, dijo que desde ya se preparaba para trabajar en pos de que el PLD continúe en el poder.
Todo el mundo está consciente que entre los seguidores de Danilo y de Leonel hay luchas por ganar espacios en el partido y en la sociedad. Los líderes generan simpatías y fanatismo y entre sus seguidores se producen serios enfrentamientos que de no ser bien canalizados podrían dar al traste con los proyectos generales que trascienden a sus líderes de turno. Por eso es que esos líderes deben saber que sus intereses particulares deben subordinarse a los intereses generales. Que en una organización política todos los sectores son necesarios para ganar y para gobernar.
Danilo y Leonel son los dos grandes líderes que hoy día tiene el PLD. Dos líderes que han demostrado tener un gran sentido de la historia y que a pesar de los difíciles momentos de enfrentamiento que han vivido, ambos han sabido ganar o perder con humildad y han sabido siempre actuar favor del colectivo sin importar que haya ganado o perdido una batalla.
El gran ejemplo que ha dado el PLD es el de la unidad en la diversidad. Y la gran madurez y sensatez de sus dos grandes líderes. En el PLD usted no verá a Danilo y a Leonel dando el feo y ridículo espectaculo que están dando Hipólito y Miguel. A pesar de las dificultades pasadas y presentes, el PLD ha pasado la prueba y sigue demostrando que puede gobernar bien este país, siempre y cuando sus líderes principales sigan entendiendo que lo general está por encima de lo particular.
El ejemplo del PLD es la unidad entre Danilo y Leonel. La comprensión y la visión que tienen para mantenerse unidos trabajando por la misma causa pese a los momentos difíciles que viva uno de ellos frente al otro. Y esa unidad debe mantenerse y profundizarse. Para el bien de ellos, del PLD y de la nación dominicana.
Por Euri Cabral
El autor es economista y comunicador.
Recibe las últimas noticias en tu casilla de email