Dijo que no existe forma de explicar lo que siente al volver a República Dominicana, aunque el regreso también le provoca tristeza, pues ya no encontrará a su madre en casa.
Santo Domingo.– “Ir a la tumba de mi mamá que murió y no pude venir”, con esta frase, cargada de dolor y nostalgia, Milagros Cisneros, una dominicana oriunda de Sabana Grande de Boyá, resumió el peso emocional de regresar a su tierra después de 27 años sin poder hacerlo por falta de documentos.
El reencuentro ocurrió entre lágrimas y abrazos con su hermano, quien la esperaba a la salida del aeropuerto. Milagros contó que durante casi tres décadas vivió con el anhelo permanente de volver, pero múltiples obstáculos migratorios se lo impidieron.
Dijo que no existe forma de explicar lo que siente al volver a República Dominicana, aunque el regreso también le provoca tristeza, pues ya no encontrará a su madre en casa ni podrá compartir con ella la tradicional cena navideña que tanto anheló durante décadas.