Estados Unidos.- «¿Dónde está Hannah Kovayashi?» Esta es la pregunta que muchos se están haciendo en todo el mundo.
La joven de 31 años desapareció el ocho de noviembre, tras perder un vuelo que la llevaría desde Los Ángeles a Nueva York, y desde entonces el caso se vuelve más complejo, con piezas dispersas que parecen no encajar: un viaje con un exnovio, una serie de mensajes enigmáticos, un video donde se ve a Hannah con un desconocido y la sorpresiva muerte su padre mientras la buscaba.
¿Qué le habrá pasado? ¿Estará aún con vida? ¿Se habrá ido voluntariamente o en contra de su voluntad?
Esta es la línea cronológica del caso:
Hannah Kobayashi, una joven de 30 años originaria de Maui, Hawái, partió con la esperanza de cumplir uno de sus sueños más anhelados: reunirse con su tía Geordan Montalvo y otros familiares en Nueva York. En su itinerario, escrito a mano, detalló su viaje como la realización de su “lista de deseos”. Viajaba con su exnovio desde Maui a Los Ángeles y debía tomar otro vuelo hacia Nueva York, pero lo perdió.
9 de noviembre: El mensaje enigmático y la sombra de lo desconocido
Al llegar a Los Ángeles, Hannah envió un mensaje a un amigo. Algo estaba cambiando en ella. “Despertar espiritual”, escribió, como si algo en su interior se hubiera transformado. Esa misma noche, fue vista acompañada de un hombre, cuya identidad permanece en las sombras, sumiendo a su familia en una creciente incertidumbre. ¿Quién era él? ¿Qué papel jugaba en el giro inesperado de su viaje?
El 11 de noviembre, Hannah debía abordar su vuelo de conexión en el Aeropuerto Internacional de Los Ángeles (LAX) rumbo a Nueva York. Pero no lo hizo. De forma inexplicable, abandonó el vuelo, y las autoridades han determinado que su decisión fue totalmente intencional. Durante horas, se la vio en el aeropuerto, en un centro comercial, y en una estación de tren, pero desapareció como si hubiera sido tragada por la ciudad. Sus pagos a través de Venmo a personas desconocidas solo alimentan la angustia. Su teléfono móvil dejó de enviar señales. ¿Dónde estaba Hannah? ¿Qué había sucedido realmente en esos momentos oscuros?
Los días pasaron y las preocupaciones de la familia se convirtieron en angustia. En los mensajes de texto que Hannah había enviado, algo no estaba bien. Eran palabras que no coincidían con su carácter. “Fui engañada para entregar prácticamente todos mis fondos”, decía uno de los mensajes. La familia temía lo peor: ¿Estaba Hannah en manos equivocadas? ¿Era posible que alguien estuviera manipulando sus decisiones desde las sombras? Cada palabra enviada por su teléfono parecía más un grito mudo que un mensaje de alguien en control de su vida.
La desesperación de la familia alcanzó un nuevo nivel cuando Ryan Kobayashi, el padre de Hannah, llegó a Los Ángeles, decidido a hacer lo que fuera necesario para encontrarla. Pero el 24 de noviembre, el cuerpo de Ryan fue encontrado en un estacionamiento de la cuadra 6100 de Century Boulevard. La causa de su muerte: lesiones traumáticas por un golpe contundente. La policía determinó que se trató de un suicidio. Un hombre que había luchado incansablemente por su hija se apagó en la misma ciudad donde ella había desaparecido. La familia, devastada, recordó a Ryan como el hombre que “luchó hasta su último suspiro” por encontrar a Hannah. Pero ahora, la búsqueda se tornaba aún más sombría.
El dolor de la familia Kobayashi se profundizó cuando, tras la muerte de Ryan, expresaron su frustración por la falta de comunicación con las autoridades y las conclusiones apresuradas de la investigación. Sydni Kobayashi, hermana de Hannah, se mostró incrédula ante la idea de que su hermana hubiera perdido el vuelo intencionalmente. Los cuestionamientos aumentaban, pero las respuestas seguían siendo esquivas. Mientras tanto, el vacío dejado por la desaparición de Hannah y la trágica pérdida de su padre se hacía cada vez más insoportable.
Las autoridades concluyeron que, aunque parezca inexplicable, Hannah perdió el vuelo de manera intencional. La familia no lo cree y continúa buscando sin descanso, pero el rastro de Hannah se desvanece en Los Ángeles, la segunda ciudad más poblada de Estados Unidos, que además tiene una superficie 1,215 kilómetros cuadrados
A medida que los días se convertían en semanas, la desaparición de Hannah Kobayashi se mantenía en el centro de atención, pero las respuestas seguían siendo evasivas. La familia no ha dejado de luchar, de buscar, de clamar por la verdad. “Hannah, si ves esto, no nos rendiremos ni dejaremos de buscar hasta encontrarte”, decían, con la esperanza de que su voz llegara hasta ella, donde quiera que estuviera. Mientras tanto, la comunidad seguía movilizada, sin perder la fe, pero con un miedo creciente de que, con el paso del tiempo, las respuestas se desvanecieran para siempre.
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